Recordando al ícono del cine de terror Wes Craven

«El primer monstruo con el que tienes que atemorizar al público eres tú mismo» – Wes Craven

Hoy, 2 de agosto, hubiera cumplido 80 años Wes Craven, el director y guionista que revolucionó el panorama del cine de terror además de ser padre de dos de los asesinos en serie más famosos de todos los tiempos: Freddy Krueger y Ghostface. Cuando falleció a los 76 años a causa de un cáncer cerebral, nos dejó un legado terrorífico con un catálogo de películas que lo hacen inmortal.

A pesar de llegar tan lejos, de pequeño no lo tuvo nada fácil para acceder al cine a causa de sus padres: Procedía de una estricta familia bautista para la que las cintas de terror eran “obras del diablo”. Pero, contra todo pronóstico (o quizás, porque creyó que de verdad aquello era algo diabólico) se lanzó en sus inicios a rebuscar en los tabúes y los entresijos más prohibidos…

Con motivo del aniversario de su nacimiento, hemos decidido hacer un repaso por algunas de las curiosidades de sus películas que quizás no conocías…

La última casa a la izquierda

Pocas películas son tan perturbadoras como la primera cinta de Craven, La última casa a la izquierda. Cuando el director llevó la película a la MPAA, le dieron una clasificación X. Al querer una clasificación R (mayores de 18 años) para poder distribuirla de forma amplia, Craven optó por eliminar 10 minutos del metraje, pero esto no era suficiente. Craven eliminó 20 minutos más, pero tampoco fue suficiente para quitarle dicha calificación. Al final, volvió a meter todo el material original en la cinta y contactó con un amigo de la junta de la MPAA que le puso a la película la calificación R y la película pudo ser estrenada.

Como otra curiosidad de esta película, el nombre de Freddy Krueger es una variación del villano de esta película llamado Krug. Ambos además son asesinos de adolescentes.

Las colinas tienen ojos

Su siguiente cinta estaba basado en una historia real. Craven escribió el guión después de haberse inspirado en la leyenda de Alexander ‘Sawney’ Bean, la cabeza de un clan del siglo 16 que vivía en cuevas. Vivieron allí durante 25 años, devorando a unas 1.000 personas antes de ser descubiertos y asesinados.

Pesadilla en Elm Street

En los años 80 escribió un guión nuevo sobre un hombre con un guante de cuchillos y recorrió multitud de estudios buscando a alguien a quien le interesara el proyecto, siendo rechazada en muchas ocasiones por parecer una cinta demasiado surrealista y sin credibilidad. Al final fue aceptada por la NEW LINE CINEMA… y el resto ya es historia. De hecho, esta primera película de la saga, PESADILLA EN ELM STREEY, fue una apuesta muy arriesgada por parte de New Line Cinema, que en ese momento se encontraba en bancarrota. Sorpresivamente, el éxito del film le permitió al estudio salir adelante y convertirse en un gigante del horror y la fantasía.

Shocker, 100.000 voltios de terror

Supuestamente, Craven concibió esta historia, así como el personaje de Horace Pinker, como una respuesta a la falta de calidad de las secuelas de Pesadilla en Elm Street. El director participó en la escritura y producción de Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño, un proyecto que abordó como una forma de acabar con la franquicia.

Scream: Vigila quién llama

El guionista Kevin Williamson escribió esta historia basándose en el “Destripador de Gainesville», un asesino en serie que mató a varios estudiantes en Florida a principios de los años noventa. Curiosamente, Wes Craven no era el único director en la lista para rodarla. Los hermanos Weinstein eran los productores de la compañía y tenían varias cineastas en mente. Los primeros directores con los que contactaron fueron George A. Romero y Sam Raimi. Sin embargo, ambos estaban trabajando con otros proyectos y tuvieron que rechazar la oferta. Hasta Craven lo rechazó al principio pero cambio de opinión cuando Drew Barrymore aceptó un papel en la cinta.