Películas malditas: Los rodajes más accidentados de la historia del cine de terror

El cine de Hollywood está repleto de rodajes malditos por múltiples circunstancias. Muchos de ellos están relacionados con grandes clásicos de los principales subgéneros del cine de terror, aunque no todos. Un hecho que vamos a averiguar a lo largo de este recorrido en el que contaremos historias muy conocidas y otras que no lo son tanto.

Los rodajes más accidentados: cuando el infierno se vive detrás de las cámaras

El 22 de octubre de 2021 nos despertamos con una noticia sobrecogedora. El famoso actor Alec Baldwin, durante el rodaje de Rust, acabó con la vida de Halyna Hutchins. La mujer, de 42 años, fue alcanzada por un proyectil disparado por una pistola de atrezo que, supuestamente, solo empleaba balas de fogueo.

En un principio, el actor no fue acusado de nada debido al carácter involuntario y accidental del suceso, en el que también resultó gravemente herido Joel Souza, el director de la película. Sin embargo, hace poco se han presentado cargos sobre él por homicidio imprudente.

Si finalmente es condenado o no es algo que tardaremos aún algún tiempo en saber. Lo que está claro es que este fatídico episodio nos ha recordado a muchos otros acontecidos a lo largo del los últimos años.

El Cuervo (Álex Proyas, 1994)

La muerte accidental de Halyna Hutchins nos recuerda a la de Brandon Lee, el hijo de Bruce Lee, el 31 de marzo de 1993 durante el rodaje de El Cuervo. La película estaba basada en la serie de cómics The Crow de James O’Barr.

Ese día, el actor se encontraba grabando una de las escenas iniciales de la película en la que su personaje entraba a su apartamento y descubría cómo un grupo de matones estaba violando a su pareja. Durante su transcurso tenía que recibir un impacto de bala de un revólver Smith & Wesson Modelo 639, que usaba cartuchos 44 Magnum de 11 mm.

El problema estuvo en que, por limitaciones de presupuesto, la producción de la película adquirió cartuchos reales que, posteriormente, procedió a vaciar. No obstante, en un momento de confusión, se mezclaron los cargados y los descargados.

Esta fue la razón por la que la toma, en la que Funboy (Michael Massee) disparaba al protagonista, salió bien. Sin embargo, durante la segunda, Brandon Lee recibió un impacto en el abdomen que acabó con su vida a las pocas horas.

Al contrario de lo que dice la leyenda, el metraje de la toma no fue utilizado en el film. El director, Álex Proyas, lo destruyó después de que hubiese sido empleado como prueba durante la investigación.

Poltergeist (Tobe Hooper, 1982)

Una de las historias de Hollywood más sobrecogedoras en lo que respecta a rodajes malditos es la de Poltergeist. Primero, por el trágico asesinato sufrido por Dominique Dunne escasas semanas después de su estreno. Pero, sobre todo, por la misteriosa muerte de Heather O’Rourke con tan solo 12 años de edad.

Se sabe que, al menos, otras dos personas vinculadas al rodaje murieron de forma prematura. De ahí surgió el rumor de que se utilizaron esqueletos reales como atrezzo y que durante su transcurso se practicó un exorcismo. Nada de esto, obviamente, está demostrado.

El exorcista (William Friedkin, 1973)

Acabamos de hablar de exorcismos, así que no podemos perder la oportunidad de mencionar otro rodaje maldito como es el de El exorcista. Se dice que, durante su filmación, ardió uno de los platós principales, lo que llevó a sufrir notables retrasos. Además, las actrices Linda Blair y Ellen Burstyn padecieron lesiones de diversa consideración en determinadas escenas. También fallecieron dos actores del elenco nada más acabar de rodar (Jack MacGowran y Vasiliki Maliaros).

Evidentemente, todo ello ayudó a construir una leyenda negra en torno a la película, que está considerada como uno de los más grandes clásicos del cine de terror de toda la historia. No obstante, pasado el tiempo, quienes participaron en su producción atribuyeron más su origen al impacto que ocasionó en el público que a ninguna maldición.

La profecía (Richard Donner, 1976)

Sin duda, uno de los grandes títulos de terror de la década de 1970. Poco después de finalizar la grabación se supo que un rayo alcanzó al avión en el que viajaba Gregory Peck. Un suceso extraño, pero que se torna casi imposible de imaginar si añadimos que un directivo de la productora sufrió el mismo percance a la vez mientras realizaba otro vuelo.

Por su parte, un avión que estuvo a punto de utilizarse para rodar los planos aéreos de la película se estrelló pocos días después. Murieron todas las personas que iban a bordo. Asimismo, falleció un adiestrador de animales que trabajó en el film por el ataque de un tigre.

En cambio, uno de los rumores más extendidos en torno a La profecía no es cierto. En él se afirmaba que Harvey Stephens, el actor que interpretaba al escalofriante niño Damien, desapareció poco tiempo después del estreno. Sin embargo, lo pudimos ver haciendo un “cameo” en el remake del largometraje, que vio la luz en 2006 con el mismo título.

La semilla del diablo (Roman Polanski, 1968)

Vamos a terminar con la que, según la revista Vanity Fair, es la “película más maldita de todos los tiempos”. Para empezar, el productor William Castle casi muere poco tiempo después a causa de unos cálculos renales. También estuvo a punto de fallecer el compositor Krzysztof Komeda por culpa de una caída.

Ahora bien, la mayor desgracia relacionada con el largometraje se produjo el 9 de agosto de 1969. Ese día, Sharon Tate, que había participado en el rodaje y era la esposa de Roman Polanski, fue asesinada brutalmente en su propia casa por la Familia Manson estando embarazada.

El caballero oscuro (Christopher Nolan, 2011), En los límites de la realidad (John Landis, Steven Spielberg, Joe Dante y George Miller, 1983) o El conquistador (Dick Powell, 1956) son otros rodajes malditos que podrían haber aparecido en este artículo. A pesar de ello, preferimos dejarlo aquí e invitarte a descubrir las macabras historias que rodean a estas y otras filmaciones.