Los vehículos más terroríficos del cine

Muchas y muy diversas han sido las ocasiones en las que el cine de terror ha mirado con ojitos tiernos a esos engendros mecánicos que forman parte habitual de nuestras vidas y que, bajo el ingenio y la imaginación de los guionistas de turno, ha terminado por convertirse en protagonistas directos o indirectos de esos momentos destinados a poner nuestros nervios a prueba y arrancarnos, a ser posible, algún grito de pánico.

¡Han venido para acabar con nosotros! Atropellados por sus ruedas asesinas, aplastados por sus parachoques, o atacados lateralmente con sus flancos metálicos, para ser arrojados fuera de la cuneta hacia un abismo. Están conducidos por locos que los utilizan como armas o ellos mismos están dotados de vida propia. Por lo tanto, toca llenar el depósito, mirar los niveles de agua y aceite, comprobar el estado de las ruedas y prepararnos para pasar un mal rato sobre el asfalto de mano de esta selección de vehículos que, de una manera u otra, han servido al género para sembrar el pánico.

CHRISTINE (1983)

Dirigida por John Carpenter, se considera una de las mayores películas del género. La historia de suspense está basada en una novela del mismo nombre de Stephen King y fue protagonizada por Keith Gordon y Alexandra Paul. Sin embargo, también aparece otro protagonista importante, aunque en este caso, en lugar de piernas, tenga ruedas. Para representar al coche asesino creado por Stephen King, John Carpenter eligió un Plymouth Fury del año 1958, fabricado por Chrysler. Y, aunque el director no estaba muy convencido de que éste iba a asustar al público, está claro que el Fury bordó el papel de coche endemoniado, convirtiéndose en uno de los iconos del cine de terror de los años ’80.

Debido a que Chrysler fabricó muy pocas unidades de este modelo y gracias a la película, en la cual se destrozaron casi 20 coches, el Plymouth Fury es una pieza realmente deseada entre coleccionistas.

EL DIABLO SOBRE RUEDAS (1971)

En 1971, un terror tan cotidiano como la violencia vial acabó llevando a su protagonista, Dennis Weaver, al borde de la locura y al borde de un acantilado en el primer “telefilm de suspense”, dirigido por un entonces casi desconocido director. Con un presupuesto muy reducido y una trama de lo más sencilla, el debut cinematográfico de Steven Spielberg fue la primera de muchas muestras de todo su talento para contar una historia con pocos recursos, sobre todo aquí donde no se conformaba con utilizar la tensión, sino que disfrutaba explotándola. El joven cineasta logró darle un papel antagónico al ya mítico camión que parece tener espíritu propio a pesar de estar manejado por un conductor (el cual nunca vemos).

ASESINO INVISIBLE (1977)

Dirigida por Elliot Silverstein, esta cinta de suspense narra la historia de un misterioso coche negro de cristales opacos que emprende un viaje por un pequeño pueblo estadounidense. Aunque este viaje no acaba resultando demasiado normal, ya que a su paso va asesinando a gente. El modelo de coche, un Lincoln Continental Mark III del 71, está poseído por el diablo, razón por la cual nadie se atreve a hacerle frente. Nadie excepto el Sheriff del pueblo de Nuevo México, que acaba plantando cara al terrorífico coche.

En 2019 se estrenó una secuela protagonizada por Micah Balfour y Jamie Bamber bajo el título THE CAR: ROAD TO REVENGE. Dirigida por G. J. Echternkamp y producida por UFO International Productions, lleva la historia original a una ciudad «ciberpunk» en la que la corrupción, el crimen y la maldad campan a sus anchas.

JEEPERS CREEPERS (2001)

Una vieja pero increíblemente potente Chevrolet COE de 1941 es la furgoneta sobre la que que Víctor Salva puso al volante a un demonio sediento de vidas humanas que iba a deber su nombre a una expresión popular anglosajona. A bordo de ella, el Creeper iba transportando a sus víctimas a una iglesia para torturarlas de formas impensables durante 23 días y después devorarlas, siempre al son de una alegre canción del mismo nombre que el filme que, de tanto escucharla, terminaba siendo terrorífica.

LA REBELIÓN DE LAS MÁQUINAS (1986)

En esta ocasión, debemos el miedo de cuatro ruedas al Maestro del Terror, al mismísimo Stephen King, quien también dirigió esta película. El detalle friki es que una de las máquinas asesinas más destacadas sea precisamente un camión con la cara del Duende Verde, el villano de Spider-man, en su morro. Y el modelo, por si lo queréis saber, es un White Western Star 4800 de 1977.

https://youtu.be/cVJ481jY7_Y

SIN ALIENTO (2004)

A bordo de su Cadillac Eldorado verde, un psicópata asesina a la mujer del hombre equivocado, que se lanza a una persecución frenética del criminal hasta darle caza y terminar provocando que éste, completamente mutilado, se las apañe para seguir su actividad fundido con su coche mediante prótesis y arneses. La sola imagen del conductor psicópata con todo el aparato que ingenia para poder continuar matando es más que suficiente para justificar el visionado de esta curiosa película.