Las 5 transformaciones más grotescas en el cine de terror

Realmente no existe una «reforma» agradable cuando se trata de la metamorfosis en las películas de terror: solo pelo creciendo en lugares donde no debería hacerlo, carne cayendo de los huesos para revelar las pesadillas que se esconden debajo. Si te pones a pensar, en realidad es un proceso no tan distinto que la pubertad.

Sea cual sea el tipo de terror, lo hemos encontrado y a continuación, te queremos dejar con cinco de las transformaciones más grotescas que más asombrados nos han dejado en la historia del cine.

EL RESPLANDOR (1980)

Para nosotros aquí en Dark, la ya famosa escena que tiene lugar en la infame Habitación 237 sigue luchando con las primeras escenas de IT para el primer puesto en nuestro ranking de los momentos que nuestros terrores nocturnos y nuestros temores ilógicos durante la infancia. Gracias a las dos susodichas cintas, nunca podremos confiar plenamente en los payasos o las mujeres desnudas.

Curiosamente, las dos actrices que vemos en esa escena de EL RESPLANDOR nunca actuaron en una película antes o después. La más joven de las dos, Lia Beldam, era una modelo que en un principio iba a aparecer en la escena del salón de baile, mientras que se dice que la señora mayor lo hizo como un favor. En una entrevista Beldam afirmó, como era de esperar bajo la dirección de Kubrick, que tardaron una semana entera para rodar la breve escena.

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ALIEN: EL OCTAVO PASAJERO (1979)

Este clásico de la ciencia ficción que nos regaló unos extraterrestres ultra-resistentes y feroces, secuencias asombrosas y una selección de pijamas espaciales un tanto curioso, también brindó a los fans de terror una escena de lo más nauseabunda en la edición del director. En esta escena, una vez que Ripley descubre los restos de Parker y Lambert, se encuentra con otra sorpresa perturbadora. Al acceder a la zona del tren de aterrizaje del Nostromo, se encuentra con Dallas y Brett; ambos en capullos y mutándose en un huevo. Dallas le ruega a Ripley que lo mate y , a pesar de su renuencia, ella cumple su deseo, eutanizando a ambos dos. Esta escena fue eliminada de la versión final ya que Ridley Scott creía que la escena cortaba el ritmo y la tensión de la película.

UN HOMBRE LOBO AMERICANO EN LONDRES (1981)

Convertirse en un hombre lobo es quizás la explicación más «factible» para pasar de estar leyendo tranquilamente a estar pegando gritos desnudo en menos de 30 segundos. La verdad es que hasta quizás hubiera sido más perturbador aún si David Naughton hubiera seguido en su habitación aullando y quejándose de su piel ardiendo.

Tenemos que dar todas las gracias a Rick Baker por demostrar una vez más que no hace falta para nada recurrir al CGI para conseguir una impresionante transformación. Baker ha mostrado sus habilidades con criaturas velludas muchas veces más ya que también creó la transformación en el videoclip de Thriller de Michael Jackson y trabajó en películas como LOBO, BIGFOOT Y LOS HENDERSON, y por supuesto, 2013: Rescate en L.A., en la cual suponemos que fue el responsable por la barba de tres días tan varonil de Kurt Russell.

LA COSA (1982)

Un remake de EL ENIGMA DE OTRO MUNDO de 1951, LA COSA del emblemático maestro del terror, John Carpenter, se centró en el miedo y la paranoia de estar aislado entre un grupo de amigos y un implacable y desesperado extraterrestre. Superando el original de los años 50 en casi todos los sentidos, la película es muy recordada por sus momentos sangrientos tan repulsivos y excesivos. Hay un sinfín de ejemplos para justificar la inclusión de esta cinta en nuestra lista. En especial, una escena cuando la criatura, disfrazada como un malamute de Alaska, es llevada a la perrera entre los otros perros y comienza a transformarse, es excepcionalmente inquietante. Pero el momento más memorable es una escena que expone la verdadera esencia del terror de la criatura cuando el personaje de Norris parece estar sufriendo un ataque al corazón. Cuando intentan resucitarle con un desfibrilador, su torso se abre, revelando dientes tan afilados como cuchillas que cierran y muerden los brazos del pobre hombre que intentaba salvarle la vida. En su momento, los efectos fueron incomparables y muy elogiados. Sin embargo, para un público más moderno los efectos pueden parecer anticuados e incluso provocar alguna risa que otra. Pero la sensación de miedo y paranoia de la cinta sigue dejando su huella de una forma tan embriagadora y tan apasionante hoy en día.

LA MOSCA (1986)

¡Ten miedo!¡Mucho miedo! Y acabamos nuestra lista con otro remake, esta vez LA MOSCA de un público más moderno que también superó su antecesor en todos los sentidos ya que es una reelaboración mucho más compleja y realista de la misma premisa. Lo que en cualquier otro ámbito podría haber resultado en la historia de origen de un superhéroe, pronto se decanta por una especie de version de «La Metamorfosis» de Kafka.

He aquí otro científico soberbio que, creyendo estar en completo control de una situación experimental, termina dando un salto al vacío y termina consiguiendo unas consecuencias de lo más espantosas. En vez de dos criaturas (como la cinta o la novela original) sólo tenemos una, la que muta a pasos agigantados cada día que pasa y la cual genera un festín de decrepitud de la carne como sólo Cronenberg puede mostrarnos. Sin duda una de las películas más esenciales de la década de los 80.

Ahora te toca a ti. Cuéntanos aquellas transformaciones que te traumatizaron de niñ@, cuando la «brujería» del CGI todavía no existía.