La historia del caso de Verónica: ¿qué es el informe Vallecas?

Vamos a dedicar este post a la historia del caso de Verónica. Paco Plaza, director de Rec, Quien a hierro mata y La abuela, entre otras películas de terror, presentó en verano de 2017 el largometraje Verónica. Un film considerado uno de los más aterradores de la historia de España. Lo que muchos no saben es que está basado en hechos reales. En concreto, en un poltergeist de Vallecas. Aquí queremos contar qué sucesos representa.

Una madrugada de noviembre de 1992 como otra cualquiera

Era una madrugada del mes de noviembre de 1992. Aquella noche, la Policía Nacional recibió la llamada de la familia Gutiérrez Lázaro denunciando lo que sucedía en su hogar. Unos sucesos inquietantes en forma de ruidos y golpes sin explicación acontecidos en la calle Luis Marín de Madrid. Incluso, alertaron de una figura de grandes dimensiones que aguardaba en un pasillo. El miedo que sintieron fue tal que decidieron esperar a los agentes en plena calle a pesar de que la temperatura rozaba los cero grados.

Así lo relató José Pedro Negrí en un popular programa de televisión dedicado a analizar cuestiones de misterio. En concreto, dijo que lo primero que le impresionó fue ver a la familia en la calle a pesar de que “la madre tenía en sus brazos a un niño de pecho”. Así que, acompañado de cuatro agentes, decidió subir al interior del domicilio. Lo que encontró allí fue definido por él mismo como “una situación de misterio y rareza”.

En un primer momento, no observaron nada antinatural. Sin embargo, el padre de familia invitó a los agentes a apagar la luz. Decía que los sucesos paranormales empezaban a ocurrir cuando “todo estaba en calma”. Llamados por la curiosidad, así lo hicieron. Pasaron unos minutos esperando en silencio que algo sucediera.

Contra todo pronóstico, empezó a ocurrir lo inimaginable. Solo dos minutos después de apagar la luz, la puerta de un armario se abrió de manera súbita. Al acudir al dormitorio, los policías vieron que estaba totalmente cerrada. Mientras tanto, otro fuerte ruido llegó a sus oídos desde la terraza. Fueron allí a toda prisa, pero no había nadie.

Pero lo más impactante estaba por llegar. En el salón había una pequeña mesa cubierta por un mantel que sostenía un teléfono. Ante la propia mirada de los agentes, la pequeña pieza textil empezó a revelar una mancha marrón. Al tacto, eran babas. Esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de varios de los agentes. Tres de ellos pidieron a José Pedro Negrí esperar fuera del edificio. Un permiso que les fue concedido ante la gravedad de los hechos.

¿Por qué sabemos que la película Verónica está basada en hechos reales?

Todo lo relatado anteriormente parece difícil de creer. Al menos, si solo contamos con el testimonio de la familia y de los agentes. Todos hemos escuchado casos en los que la sugestión ha jugado alguna mala pasada.

Sin embargo, José Pedro Negrí decidió plasmar en un acta policial todo lo que sucedió aquella noche. Es el documento que se denomina informe Vallecas. Salió a la luz al año siguiente y causó un gran revuelo. Tres décadas después sigue causando fascinación y controversia. Tanta que, en 2017, Paco Plaza lo utilizó como fuente de inspiración para su película Verónica.

Estefanía Gutiérrez Lázaro, la protagonista real de esta historia

Pero ¿de dónde vienen todos los fenómenos paranormales relatados anteriormente y captados en el informe de José Pedro Negrí? Hay veces en las que es complicado establecer una relación directa. Sin embargo, en este caso no fue así.

La investigación policial llevada a cabo y basada en los testimonios de la familia reveló un suceso extraño. En concreto, no tardaron en asociar la muerte de Estefanía Gutiérrez Lázaro, hija del matrimonio que alertó de los sucesos, con lo allí sucedido.

En 1990, la joven Estefanía decidió jugar a la ouija con sus amigas. ¿El propósito? Contactar con el novio de una de ellas, que había fallecido hacía pocos meses en un accidente de moto. No se sabe si lo consiguieron o no.

Lo que sí se conoce a ciencia cierta es que una de sus profesoras las descubrió en mitad de una sesión. Eso hizo que el juego terminara repentinamente sin que las jóvenes pudiesen despedirse de los espíritus con los que habían contactado.

Ahí fue cuando comenzaron los problemas. Según relataron los padres de la joven, a partir de ese día empezó a sufrir alucinaciones y convulsiones. Incluso, contó que escuchaba voces aterradoras que procedían de su propio domicilio. Pero lo más grave de todo es que su salud física empezó a deteriorarse a pasos agigantados.

Tanto es así que, en el mes de agosto de 1991, Estefanía tuvo que ser ingresada en el hospital Gregorio Marañón. Los médicos lo intentaron todo para conseguir mantenerla con vida, pero fue inútil. Según expuso el forense Pedro Cabezas en el acta de fallecimiento, la chica fue víctima de “una muerte súbita y sospechosa”.

¿Qué pasó con los sucesos paranormales?

Está claro que, tras la muerte de Estefanía, los sucesos paranormales continuaron. Es más, se hicieron visibles para su familia, que hasta entonces no los había sufrido. Todo llegó hasta tal punto que decidieron poner en venta la casa y vivir en otro sitio para empezar de cero.

No se sabe si los fenómenos extraños acompañaron a la familia Gutiérrez Lázaro a su nueva residencia. De hecho, no se tienen noticias acerca de sus integrantes. Sin embargo, sí que se ha podido hablar con las personas que adquirieron su domicilio. Relatan que, desde que viven allí, nunca han sufrido un episodio antinatural.

Como ha podido verse, está basada la película Verónica en hechos reales. Un suceso que ocurrió en el barrio madrileño de Vallecas y que todavía sigue conmocionando a quien lo escucha. Al fin y al cabo, se trata del único informe policial de la historia de España que habla de este tipo de sucesos. Un relato espeluznante que, probablemente, se quede como un misterio sin resolver. Uno más.