Celebramos el cumpleaños de Stephen King con las adaptaciones más terroríficas de su obra

Este 21 de Septiembre, Stephen Edwin King cumple la friolera de 75 años, durante los cuales se ha dedicado a atemorizar al mundo con un sinfín de novelas y relatos que nos han dejado sin habla y sin nervios en más de una ocasión. Sus libros han vendido más de 350 millones de copias​ y en su mayoría han sido adaptados al cine y a la televisión y no hay fan del terror que se aprecie que no haya leído alguna de sus historias.

Por ello, como no podía ser de otra manera, hoy en DARK hemos querido homenajear al ‘rey del terror’ con una selección de las versiones cinematográficas mas terroríficas de su obra….

CREEPSHOW (1982)

Esta mítica cinta nos contó cinco relatos que unían la comedia y el terror a la perfección (dos de ellos, «La caja» y “La solitaria muerte de Jordy Verrill”, adaptadas directamente de dos cuentos de King) enmarcadas dentro de las páginas de un cómic que fue un claro homenaje a los cómics de los años 50 de EC Comics como “Cuentos de la cripta”. Convirtiéndose en una obra de culto, no es de extrañar que la franquicia está a punto de resurgir con formato televisivo avalado por Greg Nicotero, quien ya se encargó de los efectos de maquillaje de la segunda entrega.

CHRISTINE (1983)

Dirigida por John Carpenter, esta historia de suspense está basada en la novela del mismo nombre de King y fue protagonizada por Keith Gordon y Alexandra Paul. Sin embargo, también aparece otro protagonista importante, aunque en este caso, en lugar de piernas, tenga ruedas. Para representar al coche asesino creado por King, Carpenter eligió un Plymouth Fury del año 1958, fabricado por Chrysler. No sabemos muy bien porque, pero para mucha gente, esta cinta es considerada como una obra menor dentro del catálogo de Carpenter. Pero lo que tenemos claro es que, aunque el director no estaba muy convencido de que el coche seleccionado iba a asustar al público, el Fury bordó el papel de coche endemoniado, convirtiéndose en uno de los iconos del cine de terror de los años ’80.

EL CEMENTERIO VIVIENTE (1989)

En una de sus grandes obras maestras, Stephen King nos hablaba de los peligros de encariñarse demasiado con nuestras mascotas hasta el punto de, llegada su hora, no ser capaces de decirles adiós. Cualquiera que tuviera al lado de casa un cementerio indio con poderes sobrenaturales sentiría la tentación de enterrar allí a su animal de compañía para devolverlo a la vida. El problema es que, cuando regresan del más allá, estas criaturas han cambiado para peor, siendo en los mejores casos torpes y malolientes, y en los peores violentas y agresivas. Lamentablemente para sus dueños, el pobre Church acabó formando parte de la segunda categoría y terminaba formando una perturbadora alianza del mal con otro miembro de la casa… también traído de vuelta del más allá.

CARRIE (1976)

Y seguimos con otra cinta imprescindible, una adaptación de su primera novela, aquella que tiró a la basura a medio acabar y su mujer rescató animándole a terminarla. Esta historia sobre una chica con poderes de telequinesis que sufría de acoso escolar por parte de sus compañeras quienes terminarían sufriendo las consecuencias de sus actos así como la misma Carrie, dio un hitazo al cine de terror como algo renovador y nunca antes visto. Con dos remakes hechos, ninguno pudo superar el ambiente lúgubre que proyectó De Palma en la película y la actuación soberbia de Sissy Spacek. La madre fanática religiosa era de tenerle miedo de verdad y al simpatizar con la protagonista uno compartía la culpa y la frustración de Carrie al afrontar la responsabilidad de sus actos.

EL RESPLANDOR (1980, Stanley Kubrick)

Es sabido que a Stephen King le disgustó profundamente esta película: «como un coche bonito sin motor», la describió. Aún así, la consideramos como una de las mejores películas jamás rodadas ya que Stanley Kubrick utiliza su material de partida como base para un ejercicio aterrador en terror psicológico.

Jack Torrance (Jack Nicholson) parece ser un gran padre en un principio. Solo tiene buenas intenciones, llevando a su familia a una escapada en una montaña aislada, pero las cosas van de mal en peor cuando Jack empieza a coger el gustillo de tomar un trago de whisky con los fantasmas en la Habitación Dorada para luego jugar al escondite con su familia. Han pasado casi cuarenta años desde su estreno y su aura de obra maestra no ha dejado de crecer desde entonces. Y estamos más ansiosos que nunca por ver la secuela, Doctor Sueño, que se estrena en octubre de este año.