5 representaciones ejemplares de agorafobia en películas de terror

Hay mucha gente que padece agorafobia quienes evitan ciertos lugares o situaciones básicamente porque no se sienten seguros. Además, ese miedo se acrecienta, paralizando las «víctimas», en lugares muy concurridos. Y, pese a los avances científicos de la Psiquiatría y Salud Mental, la situación es tal que, según el Instituto Nacional de Salud estadounidense, aún se desconocen las causas exactas de esta patología.

La realidad de la agorafobia, caracterizada no por estallidos repentinos, sino por un estado de constante lucha interna contra la ansiedad y la vergüenza, hace que sea un reto muy difícil intentar representarla en la gran pantalla. Quizás es por eso que las películas que realmente profundizan en las realidades del desorden son relativamente pocas. Esa escasez hace que cada representación cinematográfica sea aún más esencial, sobre todo cuando estos «retratos» están pintados con tanta fuerza. Por consiguiente, lo que sigue es una lista de cinco películas que, a nuestro juicio, logran representar este trastorno de una manera que no deja a nadie indiferente.

CITADEL (Ciaran Foy, 2012)

La opera prima de Foy está basada en una experiencia personal y muy traumática del cineasta. Años antes de poner manos a la obra, Foy fue atacado por un grupo de jóvenes de 14 años que le golpearon con un martillo. La experiencia le traumatizó tanto que ni siquiera se atrevía a salir de casa. Pero años más tarde, Foy logró superar sus miedos y convirtió el crimen en una de las películas de terror más eficaces de la década, relatando la historia de unos adolescentes salvajes que deambulan por las calles del Reino Unido en busca de bebés para agregar a su «camada».

Foy nos muestra cómo se puede crear arte a partir de algo tan íntimo. Su cinta logra transmitirnos todos los miedos producidos por un trauma urbano y nos invita a vivir una experiencia entre la claustrofobia y la agorafobia, a través de su ambiente aterrador y de la actuación sublime de su protagonista, Aneurin Barnard (DUNKERQUE).

 

 

COPYCAT (Jon Amiel, 1995)

En los años 90, el género del thriller disfrutaba de uno de sus mejores momentos. Muchas eran las producciones que, o bien adaptadas de libros o con guiones propios aparecían semana tras semana en las salas de cine. Una de estas creaciones era COPYCAT de Jon Amiel y protagonizada por Sigourney Weaver y Holly Hunter.

La historia sigue a la prestigiosa psicóloga Helen Hudson (Weaver), una especialista en sádicos asesinos en serie. Desentrañar las mentes de sus pacientes es un trabajo peligroso, tanto que uno de ellos está empecinado en destruirla. Para colmo, ella padece de agorafobia y vive completamente recluida en su piso con el miedo de volver a escuchar la voz amenazante de este psicópata.

COPYCAT encontró una forma acertada de introducir algunos trastornos de la personalidad sin caer en típicos convencionalismos ni melodramas propios de la sobremesa, que mantiene un buen ritmo, que no se hace pesada y con algún que otro hecho completamente inesperado.

 

MUSARAÑAS (Esteban Roel y Juanfer Andrés, 2014)

Años 50. Interior de un piso donde viven dos hermanas. Montse es la mayor de las dos y desde hace años vive confinada dentro de la casa, una víctima de agorafobia y su relación con su hermana es materna, dado el temprano fallecimiento de su madre. De manera accidental, Carlos entrará en sus vidas, momento en que comenzará a vivir pesadillas aún peores.

Rodar casi la cinta entera en un piso tiene que haber supuesto todo un reto pero Andrés y Roel dieron con la fórmula para convertir un set y un elenco tan reducido en algo realmente asfixiante y perturbador. Al final la historia se cuela entre la mente del espectador llegando a transmitir los pormenores que implica padecer agorafobia como la protagonista Montse gracias a una interpretación soberbia de Macarena Gómez y, aunque la película tiene una mecha de combustión muy lenta, consigue mantener la intriga en el espectador hasta el último momento.

 

LA MANSIÓN (Armand Weston, 1981)

A pesar de ser estrenada al principio de la década dorada de los slashers, el guión de Armand Weston y Daria Precio optaba sabiamente por un acercamiento más psicológico al material para alejarse de los típicos clichés del género.

Una escritora que sufre de agorafobia se encuentra sola en una casa bien alejada, sin embargo ella hará lo posible para concentrarse en su escritura, pero lo que no sabía es que esa casa se encuentra invadida por fantasmas y por espíritus de prostitutas.

Con un trama a medio camino entre un AL FINAL DE LA ESCALERA y El RESPLANDOR, LA MANSIÓN en ningún momento llega a la altura de las susodichas películas pero sigue siendo una cinta llena de misterio y suspense gracias a la forma en que Weston provoca tanta tensión entre el público jugando con la cordura de su protagonista mientras intenta averiguar el porqué detrás de los sucesos en la casa, acosándola con pesadillas y alucinaciones. En resumidas cuentas, todo un placer culpable que compensa sus pequeños fallos a base de un bien logrado ambiente de suspense y mucha diversión lasciva y nostálgica.

https://youtu.be/E-MW8USEPmw 

 

AL FINAL DEL ESPECTRO (Juan Felipe Orozco, 2006)

Esta película aclamada por la crítica cuenta la historia de Vega quien padece de Agorafobia debido a un momento difícil que está pasando con su novio. Atormentada por sus problemas, se va a vivir a un pequeño apartamento donde busca desesperadamente protección pero luego, este espacio «protector» se convierte en su propia jaula de paranoia y sensaciones del paranormal. AL FINAL DEL ESPECTRO es una historia tradicional pero maravillosamente actuada y ejecutada. Como dato curioso: Nicole Kidman supuestamente hizo todo lo posible para obtener los derechos para hacer un remake con ella como protagonista.

 

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