5 películas de terror NO aptas para los claustrofóbicos

Según la revista Forbes, el miedo a los espacios cerrados – o claustrofobia – es la sexta fobia más común. Esto sigue por debajo del miedo a las criaturas; miedo a las alturas (acrofobia); miedo al agua (hidrofobia); miedo al transporte público; y miedo a las tormentas. Aun así, ninguno de nuestros temores más «populares» ha sido explotado con mejor efecto en las salas de cine que la claustrofobia. Tanto si padeces de claustrofobia como si no, o si lo tuyo es simplemente pasar un muy mal rato en el cine, hoy en DARK te queremos presentar una lista de 5 películas no aptas para claustrofóbicos que utilizan, en gran medida, este miedo tan común para aumentar la sensación de temor y malestar del público. En otras palabras, no te asustes si de repente te entran unas ganas locas de salir un momento para respirar aire fresco y no reciclado… Quedas avisado….

CUBE (1997)

Vamos a olvidar las secuelas flojas! Para nosotros, CUBE sigue siendo una de las películas de terror de bajo presupuesto más ingeniosas jamás rodadas. Seis personas aparecen encerradas en un complejo laberinto de habitaciones cúbicas que esconde trampas mortales. No saben cómo llegaron allí, pero pronto descubren que deberán resolver ciertos enigmas y sortear con habilidad todas las trampas si quieren sobrevivir. Pasar de un cubo de 14x14x14 pies a otro durante 90 minutos es suficiente para volver a cualquier persona loca, por no hablar de las personas que padecen de claustrofobia.

THE DESCENT (2005)

Aunque la mayoría del rodaje de esta aclamada cinta de terror de Neil Marshall (DOG SOLDIERS) tuvo lugar en sets especialmente construidos en Pinewood Studios cerca de Londres, sus imágenes de pesadilla lograron disuadir a toda una generación de practicar espeleología de por vida.

En un viaje dedicado al deporte de aventura seis chicas quedan atrapadas en una cueva cuando una roca se desprende y bloquea la salida de la cueva. Mientras buscan una salida en el laberinto de túneles, las chicas se ven perseguidas por una raza de hambrientos depredadores que una vez fueron humanoides, pero que se han adaptado monstruosamente a la vida en la oscuridad. Rodada con un presupuesto de tan solo 3,5 millones de dólares, THE DESCENT en ningún momento parece una producción barata, y, para mi deleite, en ningún momento vemos a Marshall que recurre a sustos baratos para perturbar a su público.

LA TRAMPA DEL MAL (2010)

El ascensor: uno de esos espacios cerrados que hasta inquietan a los que no padecen de claustrofobia, y el productor M. Night Shyamalan y director John Erick Dowdle nos convencieron de que quizás es mejor idea usar las escaleras cuando se estrenó esta pequeña joya en 2010. Esta vez evitando los giros narrativos innecesarios por los que se habían hecho famosas las películas de Shyamalan, se enfocó únicamente en contar una concisa pero efectiva historia de un grupo cinco desconocidos que se quedan atrapados en un ascensor de un gran edificio de oficinas. Muy pronto comienzan a suceder cosas extrañas y, poco a poco, se dan cuenta de que uno de ellos no es quien dice ser: es el mismísimo Satanás.

REPULSIÓN (1965)

Roman Polanski, en sus mejores momentos, sabía navegar por espacios reducidos mejor que cualquier otro director. REPULSIÓN fue la primera en una saga de películas que algunos llaman su «trilogía de claustrofobia» (seguida por LA SEMILLA DEL DIABLO y EL QUIMÉRICO INQUILINO), y la fotografía en blanco y negro sólo sirve para aumentar esa sofocante sensación de aislamiento de la protagonista, Catherine Deneuve. La cinta sigue a Carol Ledoux, una bella y reprimida joven belga que vive con su hermana Helen en un apartamento de Londres. Carol experimenta sentimientos simultáneos y contradictorios de atracción y repulsión hacia los hombres; por eso para ella resulta tan incómoda la relación que mantiene su hermana con un hombre casado. Cuando la pareja se marcha de vacaciones, Carol comienza a tener alucinaciones y su mente se desquicia. Un clásico en cualquier género.

BURIED (2010)

Ryan Reynolds ganó cada centavo de lo que le pagaron por interpretar a Paul Conroy en este thriller tan desgarrador e inspirado en el clásico de Hitchcock, LA SOGA. Y eso que Reynolds tuvo que aguantar 16 días encerrado en una caja de madera en un estudio de Barcelona mientras encarnaba a un contratista civil en Irak enterrado vivo en un ataúd con sólo un teléfono móvil y un mechero por compañía.

Dejando sus papeles más graciosos por un lado, Reynolds interpreta aquí uno de los mejores papeles de su vida como un hombre que debe enfrentar su propia mortalidad en las circunstancias más horribles que se podía imaginar. Los ángulos de cámara empleados por el director español Rodrigo Cortés, junto con la iluminación y las técnicas de sonido aseguran que aguantar con un hombre en una caja durante 95 minutos es todo menos aburrido, y saldrás de la película con una sed insaciable y una sensación intensa de que te falta el aire.