5 películas en las que los perros son los mejores enemigos del hombre

Nadie sabe ganar nuestros corazones mejor que el mejor amigo del hombre y en honor a este vínculo entre el hombre y el perro, el Día del Perro se celebra cada 26 de agosto.

Y aunque este día sirve para rendir homenaje a estos increíbles animales que trabajan altruistamente para darnos consuelo, mantenernos a salvo y salvar vidas, aquí en Dark hemos querido recordar a nuestros lectores lo increíbles que han sido también estos animales en el mundo del cine. Con este propósito, lo que sigue es una selección de cinco de las actuaciones más memorables y aterradoras de los «mejores amigos» del hombre…

LA PROFECÍA (1976)

La profecía es de lo más aterradora: un niño malvado con cara de ángel, una niñera británica que también es la consejera del Diablo, animales del zoo que huyen o atacan sin motivo aparente, y una banda sonora que aún sigue provocando escalofríos. Fue una película tan brillante que logró salvar a un decadente 20th Century Fox, que estrenó una pequeña película llamada La Guerra de las Galaxias el año después. Hay varias escenas de animales aterradoras, pero el perro diabólico que se convierte en un miembro indeseado de la casa de los Thorn es el más aterrador con diferencia. Es un perro enorme; tal vez una mezcla de mastín. Tiene un aterrador gruñido grave que dice, «Ni siquiera estoy loco, pero aun así te mataré». Ante todo, está ahí para proteger a Damien. Con lo cual, cuando acaba atacando a Gregory Peck, sabemos que no se está andando con tonterías.

EL PERRO DEL INFIERNO (1978)

En EL PERRO DEL INFIERNO, nos encontramos con una perra que es atraída involuntariamente a acciones profanas después de ser adoptada por un grupo de satanistas. Lo más destacado incluye una escena hilarante donde el pobre perro está encadenado dentro de un pentagrama, esperando que el Diablo haga lo que Satanás suele hacer con los perros – vaya uno a saber…

EL PERRO DEL INFIERNO tiene un elenco digno que incluye a Kim Richards (ASALTO EN LA COMISARÍA DEL DISTRITO 13), Yvette Mimieux (EL ABISMO NEGRO) y Richard Crenna (PROFECÍA DIABÓLICA, la saga RAMBO). ¿Es una película sobre un perro satánico realmente aterrador? La verdad es que no demasiado. Pero ¿el perro en sí? ¿Quién realmente tendría a un perro que adora a Satanás en su propia casa?

PROYECTO: TERROR (1988)

Dirigida por Jon Hess (LA BESTIA BAJO EL ASFALTO 2), y parcialmente basada en la novela «Víctimas» de Koontz. Esta cinta muy infravalorada cuenta como un chico recoge a un perro perdido que realmente es un ser inteligente que ha conseguido escapar de un laboratorio de investigación genética. Sin embargo, no ha sido el único perro que ha escapado: Uno más cruel, inteligente y despiadado va tras ellos…

Aunque quizás más por la nostalgia que trae es, sin duda, una cinta para los amantes del cine de terror de los 80.

FIERAS RADIACTIVAS (1981)

3 años antes de la llegada de los GREMLINS y basada en la novela «Las Ratas» de James Herbert, maíz tratado con esteroides provoca que las ratas de la ciudad adquieran el tamaño de un perro y comiencen a atacar a los habitantes. Una agente del Departamento de Salud se irá encontrando de modo paulatino pistas que le conducen hacia esa conclusión.

El director Robert Clouse consigue sacar buen partido a la atmósfera fría de Toronto, y las escenas con las ratas son bastante emocionantes. Los animales se ofrecen mezclando tomas reales de los roedores deambulando por maquetas reducidas, planos reales con perspectiva forzada y primeros planos de primitivos animatronics, algo mal diseñados (y a veces – y por eso aparece en nuestra lista – son perros disfrazados como ratas), pero lo cual les confiere una gran fealdad y, por tanto, cierta efectividad. Muy recomendable.

CUJO (1983)

Y acabamos con la cinta que dio una vuelta de tuerca al subgénero de terror animal haciendo que el animal asesino sea el mejor amigo del hombre. Y, para colmo, uno con pinta de bonachón simpático, un San Bernardo.

Cujo es un nombre ya sinónimo de perro peligroso y malvado. La actuación del perro (y son varios perros más un hombre disfrazado los que se usaban aquí) es muy eficaz, así como la dirección. Pero la gran revelación es el niño (Danny Pintauro), una actuación magistral por un novato de tan solo seis años que aún no sabía quién era el jefe.

La película también sorprende ya que, a pesar de ser rodada hace tantos años, no se siente fuera de lugar en ningún momento. Es una cinta realmente bien construida con una trama sólida y sin desperdicio, con muchos momentos de tensión efectivos, aun sabiendo cuándo llegarán.