No es demasiado difícil crear una sensación de pesadilla en un set de rodaje. Sin embargo, resulta bastante más complicado encontrar un lugar espeluznante para respaldar una historia e inspirar el rodaje.
Desde hace tiempo ya el «Location Scouting» se ha convertido en una de las etapas más importantes de la pre-producción. Durante buena parte de su historia, el cine se rodaba en decorados en un estudio y no existía el concepto de “localización” pero cuando cineastas empezaron a querer salir a la calle para aprovechar de escenarios naturales, el trabajo del localizador se fue haciendo cada vez más indispensable. Y es que hay que tener una mirada muy especial para saber encontrar en todo lo que nos rodea aquello que el guionista, el director y los productores de una película tienen en mente, el lugar idóneo para contar su historia.
Con esto en mente, aquí en DARK hemos recorrido el mundo entero hasta encontrar algunas de las localizaciones más memorables y más eficaces del cine de terror.
¿Nos acompañas?
El paseo marítimo de Santa Cruz, California, EEUU
Nuestro viaje empieza en Santa Cruz, ciudad que para nosotros siempre será Santa Carla, que es como se llamaba esta población en la mítica película JÓVENES OCULTOS. En la película, para los vampiros de Santa Carla no hay nada que guste más que una visita al parque de atracciones local después del anochecer. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve ser eternamente joven si un hematófago no puede divertirse de vez en cuando?
Producida por Warner Bros. y con un presupuesto de 8.500.000 de dólares, la fotografía principal de esta cinta de culto comenzó el 2 de junio de 1986 y en su mayoría tuvo lugar en la ciudad de Santa Cruz (California). «Santa Cruz era la capital del asesinato en los Estados Unidos por aquel entonces. Con un montón de fugitivos, prostitutas y asesinos,» recuerda Joel Schumacher. «Tuvimos que cambiar el nombre a Santa Carla, porque Santa Cruz no quería ser recordada por eso». De hecho, al principio de la película se puede leer que era conocida como el «Murder Capital of The World» bajo el cartel de Santa Carla. Si no la han visto, no dejen escapar la oportunidad de pasar por el paseo de Santa Carla pero no te fíes demasiado de la oscuridad. Sorpresas oscuras te podrán estar esperando.
Hanging Rock, Victoria, Australia
En la película PICNIC EN HANGING ROCK de Peter Weir – una adaptación de la novela de Joan Lindsay – unas curiosas colegialas de la Escuela Appleyard van de excursión a Hanging Rock, una región australiana montañosa (que en realidad es un antiguo volcán). A lo largo del día se producen una serie de fenómenos sobrenaturales: el tiempo se detiene, estudiantes y maestras pierden el conocimiento y tres chicas y una profesora desaparecen. Un paraíso natural lleno de misticismo, y apodado la “montaña que ‘come’ gente”, Hanging Rock es considerado un lugar maldito para los aborígenes australianos, ya que afirman que en él suceden cosas extrañas. Según cuenta la leyenda, a principios del siglo XX un grupo de colegialas de Melbourne desapareció de esta zona sin dejar huella. Por esa misma razón, la película, gracias a su localización, genera unas sensaciones a base del desconcierto por unos hechos misteriosos y sin explicación racional. En este escenario «de ensueño» no hay mayor atrocidad ni mayor maldad, ni peor terror, que el de no saber si la vida nos depara un destino truncado.
El Edificio Dakota, Nueva York, EEUU
Este lujoso edificio de apartamentos ubicado en la esquina noroeste de la calle 72 y el Central Park West en la ciudad de Nueva York en Manhattan fue el escenario de tomas exteriores en LA SEMILLA DEL DIABLO de Roman Polanski (solo que en la cinta el edificio se llamaba «The Bramford», y, más tarde, la trágica escena del asesinato de John Lennon. Desde que abriera sus puertas en 1884, el edificio ha sido un sitio elegido por personajes reconocidos. Hay varias leyendas urbanas que corren por los pasillos del edificio de apartamentos. Una de ellas, que llegó a comentar Lennon en vida, es que había un fantasma en su apartamento de una mujer que lloraba de forma desconsolada. Ya sea que creas en cuentos de actividad paranormal o no, no hay duda de que este gigantesco edificio gótico que se cierne sobre Central Park West es amedrentador e inolvidable.
Isla Roosevelt, Nueva York, EEUU
En el siglo XIX, esta preciosa isla, a pocos minutos de Manhattan, albergaba un manicomio, una cárcel, así como un asilo y un hospital para enfermos de viruela, cuyas ruinas – Renwick Ruin – se puede visitar hoy en día. Aunque en DARK WATER (LA HUELLA) Walter Salles quizás no aprovechó al máximo los lugares más inquietantes, el guionista Rafael Yglesias si que encontró mucha inspiración en la isla: «Cuando estaba pensando en rodar una película bajo la lluvia en Nueva York, cuando vas conduciendo por la Franklin D. Roosevelt Drive y miras hacia la Isla Roosevelt Island bajo la lluvia, todo tiene un misterio casi fantasmal».
El Centro Comercial Monroeville, Pensilvania, EEUU
Quizás una visita a tu centro comercial de siempre es una experiencia de lo más terrorífica, pero eso no es nada comparado con unas compras en el Monroeville Mall, donde se rodó ZOMBI: EL REGRESO DE LOS MUERTOS VIVIENTES. Esa primera secuela de la saga de los muertos vivientes de George A. Romero, llevó a cuatro supervivientes hasta un centro comercial – visto como una de las ultimas fortalezas de la vida humana – que pasa de ser «un sueño capitalista» a ser una cárcel.
De hecho, la historia de ZOMBI: EL REGRESO DE LOS MUERTOS VIVIENTES comenzó en 1974 cuando George A. Romero fue invitado a visitar el centro comercial de Monroeville. Un amigo suyo trabajaba para Oxford Development Company la compañía administradora del edificio. Tras enseñarle algunas zonas, su amigo le comentó, en plan broma, que alguien podría sobrevivir a un desastre a escala mundial refugiándose en el centro. Tras este episodio Romero encontró la inspiración para comenzar a escribir el guión.
Ahora es un destino popular tanto para compradores como para amantes del terror, así como alguna horda de zombis que otra…
