27 años de curiosidades sobre el slasher por excelencia, Candyman

Una de las más «dulces» pesadillas de la mente de Clive Barker se estrenaba tal día como hoy (11 septiembre), hace 27 años. Se trata de CANDYMAN: EL DOMINIO DE LA MENTE, dirigida por Bernard Rose; una de las más logradas adaptaciones de la obra de Clive Barker y, sin duda, uno de los mejores «slasher» de la época dorada del género en los años 80.

La cinta sigue a Helen, una mujer estudiando su tesis doctoral sobre las leyendas urbanas y queda fascinada con Candyman, el supuesto espíritu vengativo de un esclavo que fue linchado y mutilado por una multitud iracunda y enloquecida luego de ser injustamente acusado de violar a una mujer blanca. Cuando Helen prueba su confianza intelectual recitando el nombre de Candyman cinco veces, pone en movimiento una serie inevitable de eventos sobrenaturales, culminando en una serie de matanzas espantosas en las que Helen sostiene el arma del asesinato.

Para celebrar el aniversario del nacimiento de uno de los más celebrados iconos de terror, hemos recopilado una selección de curiosidades que quizás desconocías sobre la cinta.

– Los productores tenían miedo de que la cinta se viese racista debido a que el antagonista era negro pero Bernard Rose dijo: «¿Porque no se puede tener un asesino negro? ¿Porque personajes como Freddy Krueger o Hannibal Lecter son siempre blancos?» El personaje representa un tema complicado del que mucha gente prefiere no hablar. Candyman es un personaje trágico y es más bien una reflexión sobre el racismo.»

– Curiosamente, la cinta está basada en la novela «The Forbidden» de Clive Barker y hay varios cambios, y el más importante es que Candyman era un hombre blanco, rubio y con un traje hecho de telas coloridas.

– El actor Eddie Murphy fue considerado para el papel de Candyman, pero los directores querían a alguien intimidante y alto, así que Tony Todd se quedo con el papel.

– El tema del realismo sin efectos digitales se les fue de las manos en el rodaje. Si os parecían realistas las abejas que se utilizaron en la película, es porque lo son. Para evitar accidentes no deseados, las abejas que Tony Todd se mete en la boca eran recién nacidas, aunque en pantalla se aprecian más grandes gracias al ángulo de cámara. El hecho de que las abejas a esa edad no tienen una picadura demasiado fuerte y gracias a un protector bucal, evitaron que la cosa se saliera de madre.

– También cabe destacar que Virginia Madsen era alérgica a las abejas. Por eso siempre tenían una ambulancia en el set de rodaje por si algo pasaba. La actriz también afirmó que, para meterse en su papel, mientras rodaba la película llegó a ser hipnotizada de verdad en alguna escena. Según el productor Alan Poul, si Virginia Madsen no hubiera estado disponible, su papel hubiera ido para la entonces desconocida Sandra Bullock.

– Desde hace muchos años existe la leyenda de que, si uno se pone frente a un espejo con una vela y se repite el nombre «Candyman», éste se aparece en el reflejo como respuesta a tu invocación. Pues, resulta que en la vida real hay una explicación científica para ello: Se trata de una ilusión óptica que se llama el Efecto Caputo. Consiste en que, después de pasar un tiempo en la obscuridad con una vela como única fuente de luz, tu percepción se distorsiona a tal grado de pensar que has visto a alguien desfigurado o distinto a ti.

En la vida real Dean Arnold Corll fue un asesino en serie estadounidense que, junto con dos cómplices, David Owen Brooks y Elmer Wayne Henley, secuestraron, violaron, torturaron y asesinaron al menos a 28 jóvenes en una serie de asesinatos que abarca desde 1970 a 1973 en Houston. Corll también era conocido como Candy Man y el Flautista de Hamelín , porque él y su familia habían sido propietarios y operaban una fábrica de dulces en Houston Heights, y era conocido por dar caramelos gratis a los niños de la zona.