21 años de anécdotas de El fin de los días

Tal día como hoy (24 Noviembre), hace 21 años, se estrenaba EL FIN DE LOS DÍAS, la primera película de Arnold Schwarzenegger tras su operación de corazón dos años antes. Basada en LA PROFECÍA, Peter Hyams (ATMÓSFERA CERO, TIMECOP) dirige a Schwarzenegger en el papel de Jericho Cane, un ex-policía amargado salva a Christine del asalto de unos ladrones. ¿El único problema? El Vaticano ha relacionado a esta joven mujer con el mismísimo demonio

Schwarzenegger ya había luchado contra cíborgs, alienígenas, Batman, terroristas, niños en el cole y un presentador de un game show hasta entonces. Así que el único contrincante que quedó para el entonces futuro Gobernador fue el Diablo cuando el siglo XX llegó a su fin. Hyams logró guiar a Schwarzenegger por esta ambiciosa y muy arriesgada (fue galardonada con el premio Bogey) mezcla del pánico satánico de los años 70 y las películas de acción más taquilleras de los años 80. Y, dentro del despropósito y la parafernalia de efectos especiales, cumple con lo que pretende que no es otra cosa que entretener.

Para celebrar el vigésimo primer aniversario de la confrontación entre Arnie y el Diablo, a continuación presentamos una selección de anécdotas que tal vez no conocías…

– En un principio, el papel de Jericho Cane fue escrito para Tom Cruise, pero él prefirió trabajar en la película Magnolia (1999).

– Esta fue la primera película de Schwarzenegger después de Batman y Robin (1997).  El motivo de este intervalo fue su operación de corazón tras interpretar a Mr. Freeze; los estudios estaban preocupados por si podían asegurarle o no, y a pesar de los intentos de convencerles de que gozaba de una salud perfecta, no logró conseguir otro papel hasta El fin de los días.

– Marcus Nispel abandonó el proyecto no por diferencias creativas sino por una situación embarazosa ya que se filtró a la prensa un comunicado de 64 páginas con todos sus requisitos.

– En una entrevista, Udo Kier afirmó que había sido considerado para el papel del diablo en la película, pero los productores no querían que el héroe y el villano tuvieran un acento alemán/austriaco. Por lo tanto, se le asignó un papel secundario.

– Se le ofreció la posibilidad de dirigir la película a Guillermo del Toro, pero la rechazó. Sam Raimi también recibió una oferta para el trabajo, pero la rechazó para poder hacer Entre el amor y el juego (1999).

– Hay tres referencias a Arnold Schwarzenegger en esta película:

Antes de que el diablo posea al hombre (Gabriel Byrne), se presenta de la misma forma borrosa que el Depredador (1987).

Cuando el diablo sale del restaurante en su nuevo cuerpo, hace estallar el restaurante y sale de las llamas con toda tranquilidad, como lo hizo el T1000 en Terminator 2: El juicio final (1991). Hace lo mismo cuando aparece en la casa de Christine.

Las escenas en las que el diablo golpea la cabeza del sacerdote principal (Udo Kier) y sobre todo cuando arranca el corazón del pecho del conductor del metro, nos recuerdan a Terminator (1984) cuando Schwarzenegger golpeó el pecho del punk y le arrancó el corazón.

– Se rodó un final alternativo en el que Jericho se levanta tras clavarse en la espada de la estatua y sale de la iglesia con Christine. Los espectadores que vieron las versiones de prueba dijeron que preferían el final en el que Jericó muere. Aunque nunca llegó a publicarse el final alternativo, sí que lo utilizaron en una novelización de la película.