La Alberca, pueblo de cine

¿Sabrías decirnos en qué pueblos o ciudades de España se han rodado más películas? Seguramente que muchos te vendrán a la cabeza, entre ellos, La Alberca, un pequeño pueblo situado en la provincia de Salamanca en el que habitan poco más de 1.000 personas y en el que casi todos ellos, han participado como extras o figurantes en numerosas ocasiones.

La Alberca, además de conocido por sus innumerables rodajes, destaca por si singularidad y belleza, y es por eso, que durante décadas, ha sido uno de los puntos de referencia de directores, productores y localizadores de cine en nuestro país.

El primer director de cine que decidió rodar en La Alberca fue el aragonés Luis Buñuel, que eligió el precioso pueblo como escenario del rodaje de Las Hurdes: Tierra sin pan (1932) y posteriormente, se convirtió en un claro referente de grandes directores de cine.

El pueblo volvió a convertirse en plató de cine entre 1945 y 1946 con el rodaje de La pródiga, de Rafael Gil, donde tanto sus habitantes, como la Plaza Mayor del municipio, formaron parte de la cinta.

Poco a poco fueron muchos los directores que decidieron desplazarse hasta este pueblo de Salamanca para rodar sus películas, aunque quizás una de las más recordadas por sus habitantes sea Marcelino Pan y Vino (1954), con la intervención de Pablito Calvo y dirigida por Ladislao Vajda, adaptación de la obra de José Mª Sánchez Silva, premiada con el Oso de Plata del Festival de Berlín.

Y es que, la década de los 50 fue muy prolífica en filmaciones en este municipio de la Sierra de Francia de Salamanca con títulos como Sangre en Castilla o a finales de la década El Lazarillo de Tormes.

Quizás uno de los rodajes más espectaculares fue El Valle de las espadas (1962), dirigida por Javier Seto, que permitió a los habitantes de La Alberca conocer al galán Espartaco Santoni y Tere Velázquez.

Otros títulos rodados en el lugar han sido el documental de Pío Caro Baroja La Alberca, Vida y muerte, Malenka, La Sobrina del Vampiro, entre otros.

Pero uno de los rodajes más recientes y más recordados por parte de los albercanos es sin duda, La Marrana (1992), protagonizada por Alfredo Landa, Antonio Resines o el Gran Wyoming.
Desde entonces, La Alberca ha seguido fiel al celuloide siendo protagonista, decorado o foco de atención por su belleza arquitectónica y la importancia de sus tradiciones.

¿Qué tendrá este pueblo que enamora a los directores del cine del pasado y del presente? Ya lo sabes. Si algún día pasas por Salamanca, desplázate 82 kilómetros hasta La Alberca, un pueblo idílico, en el que te atraparán sus preciosas calles y podrás revivir muchos momentos de la historia del cine español.