Tarantino: 60 años y 10 películas imprescindibles

Quentin Tarantino es uno de los mejores directores de la historia del cine. Ha sabido desarrollar desde el primer momento un estilo único y reconocible. Sus películas mezclan violencia, narración no lineal y varios géneros en un mismo metraje. Todo gracias a la pasión que siente este cineasta por su arte, el cual cultivaba mucho antes de ponerse tras las cámaras.

Un icono del cine contemporáneo

Nació en Knoxville (Tennessee) un 27 de marzo de 1963, hijo de una enfermera y un actor y músico aficionado. Gracias a su padre, Tarantino soñó desde pequeño con ser un gran actor, algo que no ha conseguido. Sin embargo, la situación sería muy diferente en el puesto de director. Uno de los hechos que más marcaron su vida temprana fue la separación de sus padres.

Cuando terminó el proceso, su madre fue a vivir a Los Ángeles, una decisión que sería fundamental. Tarantino creció rodeado por el ambiente único de Hollywood y su cultura. Tanta fue su impronta en el chico, que escribió su primer guión cinematográfico con 14 años.

A los 17 años, su madre le dejó abandonar la escuela para dedicarse a formarse como actor. Para poder pagar las clases, trabajó como acomodador en un cine porno. Pero el trabajo que más le marcó fue en un videoclub, el Video Archives. En aquel lugar tenía acceso a una cantidad ingente de películas de todos los géneros y países.

¿Cuáles son las mejores películas de Tarantino?

Rodó su primera película en 1987, aunque se conserva muy poco. El largometraje tenía una duración de 69 minutos, pero, tras un incendio, solo quedan 35. Ante tal situación, el propio Tarantino y sus fans no consideran El cumpleaños de mi mejor amigo como su obra inicial. Esta llegaría unos años más tarde, en 1992, y sería toda una demostración de la capacidad del director.

Reservoir Dogs (1992)

La película debut de Tarantino sigue a un grupo de ladrones de joyas mientras planean y ejecutan un robo. La trama se desarrolla a través de flashbacks y presenta un elenco único e inolvidable. En ella podemos ver el estilo narrativo del director, el cual aún conserva. Está repleta de diálogos ingeniosos, personajes carismáticos, una puesta en escena excelente y su distintiva violencia.

Pulp Fiction (1994)

Dos años después del debut, llegó la película que lo catapultó a la fama y que se ha convertido en un hito del cine de culto. La trama está dividida en tres historias interconectadas que siguen a un grupo de personajes excéntricos y peligrosos en Los Ángeles. Es, sin duda, una de las mejores películas de Tarantino.

Jackie Brown (1997)

Se trata adaptación de la novela Rum Punch de Elmore Leonard que, al contrario de las anteriores, pasó sin pena ni gloria. Pese a la gran actuación de Pam Grie como Jackie Brown y los diálogos afilados, es una de las películas menos valoradas del director. Es un largometraje romántico y en que se muestra la habilidad que tiene Tarantino para adaptarse.

Kill Bill Vol.1 (2003)

Es una de las cintas clave, pues en ella explota la práctica totalidad de las referencias que le han nutrido. Se trata de una historia de venganza desenfadada y desacomplejada en la que Uma Thurman brilla con luz propia. La trama está muy bien desarrollada, los personajes siguen siendo carismáticos y la fotografía está muy cuidada. Otro ejemplo de lo que es capaz, aunque la haya tenido que partir en dos.

Kill Bill Vol.2 (2004)

Pese a que la idea original era publicar la película como una sola, los productores impusieron partirla. Su extensión total sería de cuatro horas, una cantidad que no todo el mundo iba a soportar. En esta segunda parte se deja atrás la espectacularidad para dar paso a los diálogos y la construcción de los personajes. Algo que no desmerece la obra al ser el punto en donde se cierran todas las tramas.

Death Proof

Destaca por resultar peculiar al ser una producción a mitad entre dos películas de otro director (Grindhouse junto y Planet Terror). Es un homenaje a la serie B que gira en torno a un especialista de cine, el cual rapta mujeres para matarlas. Pese a que en algunos momentos flojea, es un buen largometraje de acción, aunque se considera la peor obra de Tarantino.

Malditos bastardos (2009)

Obra de madurez, aunque sin dejar de mantener el estilo y el tono. Si bien no es fiel a los hechos históricos, es una gran película. Escenas como la inicial demuestran la excelencia del director como guionista. También borda la elección de los actores, que consiguen dar vida a unos personajes interesantes. Sin duda, Hans Landa es uno de los motores de la trama. Una cinta muy recomendable.

Django desencadenado (2012)

Alcanza en Django una gran sofisticación a la hora de tratar las temáticas que le interesan, como las dinámicas de poder. La película es un spaghetti western a la vieja usanza, pero pasado por el tamiz del estilo de Tarantino. Hay momentos de pura comedia, tragedia y violencia con actores que bordan sus papeles. De hecho, Jamie Foxx logró relanzar su carrera gracias al papel protagonista tan magnífico que realizó.

Los odiosos ocho (2015)​

De entre todas, esta película destaca por su mezquindad y cinismo. El director nos muestra un grupo de personajes que trata de aniquilarse entre sí sin compasión ni empatía. La poca confianza que tienen respecto al prójimo es por su propio interés. Si bien la narrativa es pequeña, consigue darle un toque épico y situaciones de thriller, aunque sea demasiado largo

Érase una vez en Hollywood (2019)

Pese a que su narrativa llega a ser confusa, es una de las más tensas, ya que los personajes no tienen prisa. En ella podemos ver el declinar de Rick Dalton (Leonardo Dicaprio), una estrella de las películas del oeste que no levanta cabeza. Todas las tramas van convergiendo en un final que en ningún momento se ve venir y que, cómo no, está repleto de violencia.

Quentin Tarantino es una de las figuras clave del cine contemporáneo. Por suerte, conocer su obra es sencillo al no ser un director prolífico. Es más un artesano que busca cuidar cada plano y diálogo de sus creaciones que un generador de contenido.