Steven Spielberg, el Rey Midas de Hollywood

Steven Spielberg es uno de los directores más importantes que ha dado la industria del cine. No es exagerado. Por sus manos han pasado una amplia variedad de títulos, géneros y técnicas cinematográficas. De hecho, muchos lo consideran el mejor director de cine.

La guerra de los mundos, Indiana Jones, Salvar al soldado Ryan, La lista de Schindler y un largo etcétera hasta llegar a Los Fabelman. Spielberg es sinónimo de una carrera trepidante, llena de ideas, creatividad y garantía de éxito. ¿Cuál es su secreto? Son muchos, así que conozcamos un poco más a este genio, su filmografía y por qué es uno de los más destacados.

Spielberg, la vida del Rey Midas de Hollywood

El famoso rey Midas, según la mitología griega, convertía en oro todo lo que tocaba. O sea, como Spielberg. De ahí que sea conocido como tal en los tejemanejes de Hollywood, un sobrenombre que lleva varias décadas impregnado en su figura. La diferencia es que, según Aristóteles, el monarca falleció por inanición a causa de la maldición, algo que es probable que no le suceda al afamado director de cine.

La vida de Spielberg es de película. Hijo de un ingeniero electrónico, Arnold Spielberg, y una concertista de piano y propietaria de un restaurante californiano, Leah Posner. Se divorciaron en 1965 cuando ya tenían cuatro hijos y volvieron a casarse en 1997. Spielberg nació en 1946 y es el mayor de los cuatro.

Dado que su familia era de ascendencia judía, esta religión fue clave en su formación y tiene una importante presencia en su filmografía.

Primeras incursiones en el mundo del cine

Cuando era un scout, decidió grabar un cortometraje en 8 mm, El duelo final, para lograr una insignia de mérito. ¿Quién diría que este proyecto de apenas 9 minutos sería el comienzo de una de las figuras más relevantes de la historia del cine?

Con Escape a ninguna parte (1961), de 40 minutos, logró su primer premio. Años después, en 1964 y con tan solo 18 años, dirigió y escribió Firelight, un punto de inflexión. Gracias a este film, cuyo presupuesto fue de 500 dólares, obtuvo su primera ganancia: un dólar, al recaudar 501.

La tenacidad de un genio

La historia del surgimiento de la estrella del cine es parecida a una mítica banda de rock: Supertramp. Cuenta la leyenda, y valga el símil, que la primera vez que tocó este grupo solamente reunió a poco menos de una decena de personas. Con Spielberg ocurría más o menos lo mismo. Pruebas y más pruebas de distintas temáticas, como la Segunda Guerra Mundial, ciencia ficción, etc., con poco éxito.

La época universitaria hizo germinar definitivamente el carácter y el arrojo del afamado director. Fue rechazado por la prestigiosa Universidad de Southern California para estudiar Cinematografía. Finalmente, logró acomodarse en la Universidad Estatal de California, pero aparcó sus estudios en 1968 hasta 2002, cuando consiguió graduarse.

Dejar la carrera no impidió que su producción fuera en ascenso. Amblin, en 1969, supuso un nuevo premio en su corta carrera, esta vez en Atlanta. Gracias a este triunfo, Universal Studios se fijó en él y lo contrató para dirigir la serie Night Gallery.

Desde entonces, sus creaciones no han dejado de ganar galardones y millones de dólares en taquillas de todo el mundo. Se calcula que su patrimonio personal supera los 4000 millones de dólares y la recaudación global en taquilla supera los 10 000 millones. Eso sí, ha tenido algún que otro sinsabor (pocos) en su carrera: West Side Story (2021), 1941 (1979) o Munich (2005), entre otros.

60 años de éxitos: De Tiburón a Los Fabelman

Pero ¿qué hace que la carrera de Steven Spielberg sea tan excelsa? 60 años de éxitos, millones de dólares en taquilla y un reconocimiento internacional sin parangón. Aquí, vamos a enumerar solo un pequeño número de sus grandes éxitos.

Tiburón (1975), su salto a la palestra internacional

Basada en la novela de Peter Benchley, Spielberg dirigió con maestría la película, a pesar de las dificultades del rodaje. Se convirtió, sin esperarlo, en uno de los largometrajes con mayor recaudación en taquilla. ¿Quién dijo miedo al agua?

Indiana Jones, una saga sin precedentes

El rey Midas ha tenido varias décadas a desarrollar esta saga. Todos los estrenos fueron un éxito total de la mano de Harrison Ford, en su época creativa temprana y tardía. En busca del arca perdida (1981), El templo maldito (1984), La última cruzada (1989), El reino de la calavera de cristal (2008) o el reciente Dial del destino (2023) crearon esta saga tan querida e inolvidable.

E.T. (1982), un cariño interplanetario

E.T., el extraterrestre se convirtió en el largometraje con mayor recaudación de la historia. Además, toca un tema recurrente en la filmografía del creador: el mundo de la infancia. La industria del entretenimiento no había tenido hasta entonces un éxito igual.

El color púrpura (1985)

Una de sus películas más nominadas a los Óscar, pero también una de las que más fracasos tuvo. De 11 nominaciones, no logró ninguna estatuilla. Ni siquiera Spielberg fue nominado como mejor director por esta cinta.

La lista de Schlinder (1993)

Su origen judío pesó mucho en este maravilloso film rodado en blanco y negro. El holocausto durante el nacionalsocialismo alemán fue el telón de fondo de este drama que culminó con dos estatuillas: mejor director y mejor película. Los premios más importantes, junto con el de los mejores actores, fueron a parar a sus manos.

Los Fabelman (2023)

Decir que Los Fabelman es una gran película, es quedarse corto. Sobre todo, después de coronarse con dos Globos de Oro a mejor director y mejor película dramática. ¿Por qué es tan importante este largometraje? Porque muestra parte de la infancia y adolescencia del director, las cuales quedaron muy marcadas en su adultez. No en vano, Sammy Fabelman representa a Spielberg.

Hablar de Steven Spielberg es hacerlo de una de las leyendas de Hollywood más impactantes de las últimas décadas. El rey Midas de la industria cinematográfica tiene una fuente inagotable de títulos con los que atraer a pequeños y grandes. Y lo seguirá haciendo. Valga este artículo para recordar el éxito de un nombre como pocos en el cine.