¿Quién dijo lo de segundas partes nunca fueron buenas?

El mes de enero es el mes de las sagas en Canal Hollywood, pero solo de las sagas que han demostrado un equilibrio notable entre sus entregas. Por eso, durante todo el mes vais a poder disfrutar de una sobremesa doble en la que os proponemos un programa irresistible, en el que vais a poder disfrutar de las franquicias de La familia Addams, Underworld, Asterix y Obélix y Karate Kid. Todo en seis sesiones dobles de cine que van a solucionaros las tardes del fin de semana. La cita es los sábados y domingo de enero, a partir de las 15:45h.

Pero como sabemos que vais a acabar pidiendo más, os dejamos con otras 10 segundas partes que pueden sostener la mirada sin despeinarse a sus antecesoras, las que llegaron para poner la primera piedra del éxito.


  • El Padrino parte II (Francis Ford Coppola, 1974)

Comenzar un ranking sin la que popularmente es conocida y reconocida como la mejor continuación de la historia del cine era algo imposible de concebir, así que obviamente estamos obligados por contrato, moral y conciencia a arrancar este ranking con una obra maestra indiscutible. No solo se llevó 6 Oscars (aquí Francis Ford Coppola sí se llevó el Óscar a Mejor director que no ganó en 1973 frente a Bob Fosse y su Cabaret) sino que logró algo insólito: El Óscar a dos actores (Marlon Brando y Robert de Niro) por interpretar a un mismo personaje en momentos vitales diferentes.

  • El imperio contraataca (Irvin Kershner, 1980)

Si La guerra de las galaxias (en los últimos años rebautizada como Una nueva esperanza) supone uno de los ejemplos más académicos en usar la fórmula narrativa de “El viaje del héroe”, acuñada por el mitólogo norteamericano Richard Campbell, El imperio contraataca vive en todos los manuales de segundas partes ejemplares. Empapada de nihilismo, pesimismo y un notable halo de desesperanza (todo ello rodado, eso sí, con un ritmo trepidante), la película, que para muchos es la mejor de la saga, afianzó el fenómeno Star Wars y terminó de encumbrarlo como cultura popular. Y sí, lo de “I´m your father” (“Yo soy tu padre”) tuvo mucho que ver. Solo cinco personas del equipo sabían que Darth Vader acabaría pronunciándola, y no el “Obi Wan mató a tu padre” que figuraba en el guion que se repartió al equipo.

  • Indiana Jones y el templo perdido (Steven Spielberg, 1983)

Ni siquiera un director como Steven Spielberg lo tuvo fácil para dar una justa continuidad a uno de los mejores filmes de aventuras de la historia del cine. En busca del arca perdida tuvo una digna secuela con este título, que siguió con mucho éxito la línea de su predecesora e incorporó a Kate Capshaw a la película (se buscaba una compañera de aventuras difetente para cada entrega, al estilo de la saga James Bond), actriz que acabó casándose con Steven Spielberg. Sus 28 millones de presupuesto acabaron recaudando la friolera de 333 millones de dólares en taquilla, más de 10 veces su coste. Benditos 80…

  • Aliens, el regreso (Rjames Cameron, 1986)

Lo mejor de esta segunda parte de la obra maestra de Ridley Scott, y el gran acierto de James Cameron, es que se separa mucho de su antecesora en espíritu y en visión. Cameron dejaba atrás la angustiosa historia de supervivencia de una tripulación condenada para dar luz verde al puro espectáculo bélico, incorporando a la trama toda una unidad de élite de combate que entraba en guerra directa con los dichosos animalitos. Los miembros del reparto entrenaron junto a las fuerzas especiales británicas SAS y se les repartió a todos un ejemplar de la novela “Tropas del espacio”, de Robert Heinlein, que más tardé acabó siendo llevada al cine  Paul Vehoeven en Starship Troopers: Las brigadas del espacio. Una de las mejores películas de acción de toda la década con una Sigourney Weaver nominada a Mejor actriz en los Óscar por su papelón como Ellen Ripley.

  • Regreso al futuro II (Robert Zemeckis, 1989)

De nuevo Steven Spielberg, aunque esta vez como productor, ya que la batuta de director descansaba en manos de Robert Zemeckis, uno de los mejores narradores del cine reciente de Hollywood. La segunda parte de Regreso al futuro repitió el éxito de la película original y nos llevó hasta un futuro repleto de marcas y gadgets que nos conquistaron a  todos. Todavía no tenemos zapatillas que se ajusten solas a nuestros pies ni monopatines que leviten sobre el asfalto, y todavía necesitamos las carreteras, pero Regreso al futuro II sí acertó cuando predijo los dispositivos de pago biométricos, los videojuegos de manos libres, el videochat, las tablets o las pantallas planas. Y además, se adelantó a Marvel incorporando antes de los títulos de crédito de cierre un pequeño avance de Regreso al futuro III.

  • Terminator 2: el juicio final (James Cameron, 1991)

Y seguimos repitiendo. Esta vez le toca de nuevo a James Cameron, que nos regalaba allá por 1991 otra joya del cine de acción con Terminator 2. A estas alturas poco os podemos decir de este hito del cine de ciencia ficción que además supuso una auténtica revolución en el campo de los efectos generados por ordenador (si queréis ver por primera vez estos efectos, aunque en menor medida, tendréis que recurrir a Abyss, también dirigida por James Cameron en 1989), que unidos a su excelente fotografía hacen que parezca que la película se ha rodado la semana pasada, casi 30 después. Arnold Schwarzenegger se embolsó 15 millones de dólares por su papel, o lo que es lo mismo, 21.000$ por cada una de las palabras que pronuncia en la película (cerca de 700).

  • Toy Story 2 (John Lasseter, 1999)

La saga Toy Story es quizá una de las pocas sagas que han contentado a crítica y público en cada una de sus entregas (igualito que Star Wars, vaya…) y esta segunda parte es un hito a dos bandas: es la película de animación que ha contado con menor tiempo para su producción en Pixar; y es también la primera secuela que Disney estrenó en cines y no en el mercado doméstico, como era habitual en estos casos. Y todo estaba al nivel. Tanto que Tom Hanks (primera vez en su carrera que aparecía en una secuela) confesó haber llorado durante el proceso de doblaje. Una delicia, de nuevo.

  • Las dos torres (Peter Jackson, 2002)

El imaginario de Tolkien quizá sea el único universo cinematográfico que pueda rivalizar en magnitud con el de Star Wars. Las dos torres supone también un segundo capítulo formidable en el que el mal se extiende y los héroes, contra las cuerdas, se enfrentan a un enemigo aparentemente imparable. Las virtudes se cuentan por decenas, pero desde luego la batalla del abismo de Helm es puro músculo cinematográfico que en su desenlace necesita del monólogo de Sam (uno de los más vitalistas que recordamos en el cine de nuestros días) para volver a inferir esperanza en los personajes, y especialmente en Frodo. Titánica y fantástica, en todos los sentidos. Y ojo al monólogo, esquizofrénico esta vez, que protagoniza Andy Serkins como Gollum. Irrepetible.

  • Antes del atardecer (Richard Linklater, 2004)

El drama también pide su espacio en este ranking, y la trilogía de Richard Linklater sobre las relaciones de pareja bien merece figurar en este ranking por méritos propios. Mucho antes de que Netflix nos hablase sobre las relaciones de pareja con su magnífica Historia de un matrimonio, el realizador norteamericano nos robó el corazón con este tríptico sobre una pareja que funciona como una metáfora de los estadios en las relaciones amorosas. Con un guion que sigue rebosando una maravillosa naturalidad, volvemos a encontrarnos con Celine y Jesse, nueve años después de conocerse. La película, cargada de planos secuencias (el más largo es de 11 minutos), se rodó íntegramente en París. No podía ser de otra manera ¿verdad?

  • El caballero oscuro: La leyenda renace (Christopher Nolan, 2004)

Y cerramos la selección con una de las catedrales del cine de género. Imprescindible para elevar el cine de superhéroes, la segunda parte de la trilogía de Nolan no está a a la altura sino que para muchos es mejor sin discusión que su antecesora. La primera película de superhéroes que superó la barrera de los 1.000 millones en taquilla nos dejó a uno de los mejores villanos de la historia del cine, compuesto por Heath Ledger inspirándose en Sid Vicious (mito punk bajista y corista de Sex Pistols) y en Alex DeLarge, el protagonista de La naranja mecánica de Stanley Kubrick. Un título que juega con los temores colectivos de nuestra sociedad y que encierra uno de los finales más redondos del cine de nuestro siglo, tan épico como descorazonador. Muy digno de una segunda parte…

Enero es el mes de las segundas partes en nuestros fines de semana, todos los sábados y domingos a partir de las 15:45. Y si necesitáis más, os recomendamos encarecidamente el visionado (o la revisión) de los títulos que engrosan este ranking. ¡Y que vivan las segundas partes!