Películas culpables hasta que se demuestre lo contrario

Este mes en Canal Hollywood vais a poder disfrutar U.S. Marshals, la secuela directa de El fugitivo, uno de los thrillers más celebrados de la década de los 90 que puso frente a frente a Harrison Ford y Tommy Lee Jones en una persecución sin tregua.

El domingo 10 de noviembre a las 22:00 emitiremos U.S. Marshals, en la que Tommy Lee Jones sigue ejerciendo de incansable agente de la ley y Wesley Snipes coge el testigo a Harrison Ford. ¿La fórmula? La misma. Si algo funciona ¿Para qué cambiarlo? Y por eso recuperamos 10 títulos que usando la misma fórmula nos han atrapado en el sillón. Una y otra vez. Benditas carreras

 

  1. Sabotage (1942)

La primera película Alfred Hitchcock que puede considerarse enteramente norteamericana nos contó la historia de un trabajador de una fábrica que es acusado de sabotaje. Esto le empuja a una huida por todo el país mientras lucha por averiguar quién está realmente detrás del sabotaje. Una película preludio de una obra maestra que combinó muchos giros de guion, decenas de escenarios (su secuencia final en la Estatua de la Libertad ha pasado a la historia) y de la que se tuvo que bajar Harry Carey, en beneficio de Otto Kruger, porque su mujer no quería que el actor interpretase a un fascista.

  1. Con la muerte en los talones (1959)

Y repetimos con Alfred Hitchcok, en concreto con la obra maestra a la que nos referíamos en el párrafo anterior. Una de las películas más famosas de su filmografía, y una cascada de cine que obligó al director a retrasar su rodaje hasta que James Stewart empezó a grabar otra película, y así ofrecer el papel protagonista a Gary Grant sin que el primero (que soñaba con el papel) se sintiera traicionado. Un Gary Grant que tenía las cosas muy claras y que ya durante el rodaje cobraba 15 céntimos a sus fans por cada autógrafo que firmaba. Y estamos en 1959…

  1. El diablo sobre ruedas (1971)

Vale que quizá nuestro querido comercial David Mann no fue todo lo educado que uno debe ser con el prójimo, pero está claro que no se merecía lo que le esperaba. Con la muerte en los talones (porque aquí pocas cosas cambian), Mann debe conducir durante 74 minutos en esta obra maestra del suspense, carta de presentación de Steven Spielberg. Tal fue el éxito de este telefilme que se acabó estrenando en cines con un metraje ampliado a 90 minutos. ¿Os acordáis del episodio de Relatos salvajes protagonizado por Leonardo Sbaraglia? Eso es, homenaje directo.

  1. El perro (1976)

Si un camión puede darte el día, es menester que recuperemos este título en el que un vigilante carcelario y su perro deben dar caza a dos presos fugados. Y ojo porque la película de Antonio Isasi-Isasmendi es uno de los ejercicios más desasosegantes del género. Adaptando un relato de Alberto Vázquez-Figueroa, el perro es una metáfora política, efectivamente, pero también un calculado ejercicio de agarrotamiento en el que el espectador acaba sudando de lo lindo ante el tesón del perro de caza. Si os levantáis y os sorprendéis yendo al baño sin hacer ruido, tranquilos que no sois los primeros a quien les pasa…

  1. El fugitivo (1993)

Justo unos años después de presentar al mundo a Steven Seagal (que antes de Alerta Máxima solo era conocido por los consumidores de las películas de acción de Videoclub), el irregular Andrew Davis firmaba la que para muchos es su mejor película, o al menos la más redonda en conjunto: El fugitivo. Y de paso también regalaba al cine una de las mejores y más exitosas adaptaciones de una serie de televisión a la pantalla grande (y por ahora la única nominada a Mejor película). Un logro que no fue gratis, ya que los borradores de guion para adaptar el espíritu de la serie a 2 horas de metraje se cuentan por decenas. Al final, con talento y una buena fuente de recursos (27 cámaras se usaron para grabar el choque inicial del tren con el autobús) el doctor Richard Kimble hizo vibrar a todo el planeta.

 

  1. El informe pelícano (1993)

Cuidado con las teorías y las tesis que armamos siendo estudiantes porque pueden tener algo de razón, o incluso demasiada. La estudiante universitaria Darby Shaw bien sabe lo que es poner los pies en polvorosa cuando al firmar su informe pelícano sobre la muerte de dos jueces, los responsables del delito se ven amenazados y deciden silenciarla. Alan J Pakula, que de cine de intriga sabe un poquito, juntaba a Julia Roberts y Denzel Washington en 1993 en esta adaptación de la novela homónima de John Grisham, otro escritor superventas al que el thriller de los 90 le debe muchos éxitos.

  1. La red (1995)

El productor de la saga Rocky y de Uno de los nuestros dirigía un filme que se adelantaba a su tiempo, y lo que en 1995 parecía casi ciencia ficción, en 2019 ya sabemos (muy a nuestro pesar) que puede pasar, y además a cualquiera de nosotros, sin tener que estar envueltos en trama conspiratoria alguna. La carrera de Sandra Bullock, cuyo nombre empezaba a sonar gracias a Demolition Man (1993) y Speed (1994), despegó definitivamente. La película fue tan popular que se hizo una serie y Charles Winkler (exacto, el hijo) dirigió en 2006 un telefilme secuela que paso con más pena que gloria por las estanterías de los videoclubs.

  1. Enemigo público (1998)

Con un Will Smith en pleno auge de su carrera, Tony Scott componía este adrenalítico thriller reclutando también a Gene Hackman (el director tuvo que llamarle personalmente para que el actor aceptase el papel). Una cinta de video que llega a manos equivocadas es la culpable de que la vida del abogado Robert Clayton se ponga patas arriba. Para el recuerdo muchos momentos muy logrados con una de las mejores versiones de Tony Scott tras las cámaras, y ese homenaje confeso a La conversación que supone la secuencia que se desarrolla en la plaza Mount Vernon, repitiendo prota casi 25 años después: Gene Hackman.

  1. U.S. Marshals (1998)

Hollywood no es de dejar que se le escapen las secuelas, y con U.S. Marshals parece que lo hizo todo bastante bien. Nos hizo pasar religiosamente por caja, pero también se preocupó de que saliéramos muy contentos del cine. Aunque esta secuela no contaba con Harrison Ford, sí lo hacía con Wesley Snipes, el mismo año en el que el actor se convertía en Blade para el cine. El personaje de Tommy Lee Jones, por su parte, pasaba de tener un rol secundario a ser el protagonista de una función que contaba con Robert Downey Jr., muy conocido por aquel entonces gracias a su presencia en Ally McBeal. Muy bien rodada, y con escenas de acción muy bien trabajadas, la podréis ver el próximo domingo 10 de noviembre a las 22:00.

 

  1. Minority Report (2002)

Steven Spielberg adaptaba un relato de Phillip K. Dick (el escritor necesario para que existan Blade Runner, Desafío total, Destino oculto, Next o Paycheck, entre otros títulos) con Tom Cruise como estrella de la cinta, perseguido sin descanso por sus propios compañeros de unidad policial al ser identificado como autor de un crimen aún sin cometer por los “precogs”, unos seres con poderes psíquicos que nunca han fallado a la hora de presagiar un asesinato. La película es una gozada visual muy beneficiada por el oficio narrativo de uno de los mejores directores de la historia del cine. Uno de los grandes títulos de la ciencia ficción de este siglo. Menos mal que Steven Spielberg y Tom Cruise cambiaron sus honorarios habituales por un 15% de beneficios en aras de sacar adelante el proyecto.

 

10 títulos en los que la acción es una huida hacia adelante constante, y en los que mirar atrás es perder el tiempo para sus protagonistas. Cine que te atrapa para no soltarte hasta los créditos finales, del que el próximo domingo 10 de noviembre a las 22:00h vamos a servir una buena ración con U.S. Marshals para que olvidéis durante dos horas que al día siguiente es lunes. ¡Estáis invitados a correr!