Cortar cebolla puede hacerte sufrir más que ver películas de serie B o hacer crossfit sin descanso. La causa es la anilasa, una sustancia que desprende un gas volátil e irritante durante el proceso. Sin embargo, no es un enemigo invencible. Podemos esquivar sus efectos sin necesidad de portar una escafandra frente a la encimera.
Los mejores métodos para cortar cebolla sin llorar
Existen métodos útiles para evitar la irritación de ojos al trocear o picar cebolla. En realidad, la clave está en minimizar el efecto de ese aceite esencial sulfurado. Para ello, estos trucos de cocina son fundamentales.
- Utiliza un buen cuchillo, afilado y preciso. El problema disminuirá si pasas menos tiempo cortando.
- Emplea también una tabla de apoyo hecha con resina y sepárala de tu cuerpo. Las emanaciones no te llegarán directamente.
- Mete las cebollas en el frigorífico unas horas antes de cortarlas. Cuanto más frías estén, menos complicaciones tendrás.
- Haz el troceado dentro de un barreño de agua. En su defecto, moja constantemente el filo y los alimentos durante el proceso.
- Impregna el cuchillo con unas gotas de vinagre.
- Activa el extractor de humos para que los gases sean absorbidos por él.
- Aplica una técnica cuidada, procurando que no se rompan muchas capas cada vez.
- Compra cebollas de Fuentes.
En definitiva, puedes cortar cebolla sin lagrimear con más facilidad de lo que imaginabas. ¿Cuándo empiezas a aplicar estos trucos de cocina?