Sherlock Holmes, un detective muy real

Sherlock Holmes es considerado el mejor detective de todos los tiempos. Tanto es así que mucha gente no sabría asegurar si fue ficción o realidad.

El mítico personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle cautivó al público desde el primer momento gracias a sus innovadoras técnicas detectivescas. Su inteligencia, su uso de la observación y el razonamiento deductivo le hacía capaz de resolver cualquier caso, por difícil que fuera. Cuatro novelas y 56 relatos de ficción componen la obra más importante de Doyle.

Sherlock Holmes nació en 1854, hijo de un hacendado inglés y familia de pintores franceses. Aunque no está claro, parece que estudió en Oxford o Cambridge asignaturas como medicina, derecho, química y música, de ahí que destaque en todas esas facetas. En 1881 conoce a Watson en el laboratorio del Hospital Saint Bartholomew. El antagonista de Holmes era el profesor Moriarty. Sir Arthur Conan Doyle decidió acabar con Sherlock Holmes en El problema final y tal fue la avalancha de sus fans, dejando crespones negros en la casa ficticia de Holmes, que tuvo que resucitar a su héroe. La gente adoptó al personaje como un igual, intentando explicar incluso su ausencia. Cuando volvió el personaje la gente se aventuró a decir que había estado en un retiro por su adicción a la cocaína y que fue tratado por el mismísimo Sigmund Freud.

Cuando Doyle dejó de escribir obras para su héroe, le dio un retiro. Holmes se retiró a Sussex donde estudió filosofía y apicultura, escribió un libro y dio por fin con la resolución de uno de sus casos más sonados La aventura de la melena de león

La forma de Doyle de retratar a Sherlock Holmes, cómo usa sus conocimientos para resolver casos, ha servido de ejemplo para los diferentes cuerpos de seguridad del mundo. Su uso de la química son los inicios de los CSI modernos, sus estudios de medicina, de cómo reacciona el cuerpo humano…todo lo que emplea es lo que sienta las bases de las investigaciones criminales.