Salvarse por los pelos

«Salvarse por los pelos» es una expresión que seguro que has dicho tras «pasarlas canutas». En Canal HISTORIA te contamos ahora su historia detalladamente. Seguro que te sorprende.

Un recurso práctico y eficaz

La frase pasó a formar parte de las expresiones populares por derecho propio. Hace siglos que los marineros se dejaban crecer el pelo y la barba antes de embarcar. Como la mayoría no sabía nadar, conseguían que fuese más fácil cogerlos de la melena, o de la barba, en caso de caer al mar.

Sin embargo, el aspecto de los marineros no era el más recomendable para representar a nuestro país en aguas extranjeras (y tampoco en las nacionales). Ante semejante dejadez, hubo quien tomó las medidas oportunas.

José I Bonaparte y el cambio estético

José I Bonaparte, hermano mayor de Napoleón, fue el que impuso que los miembros del Ejército español lucieran el pelo corto y la barba bien recortada. Él quería que todos lucieran una imagen similar a la de los soldados franceses y lo consiguió en parte.

La medida no fue bien recibida entre los que no sabían nadar y se les permitió que siguieran luciendo sus greñas y sus pobladas barbas como medida de seguridad. ¿Te ha parecido curioso el origen de la expresión «salvarse por los pelos». Seguro que sí. Ahora ya puedes contarle a quien prefieras de dónde proviene.