Salvador Dalí, curiosidades de un artista más allá del lienzo

Hace 29 años desde el fallecimiento del artista Salvador Dalí, uno de los máximos representantes del surrealismo. 

Nacido en Figueras en 1904, impactó durante décadas al mundo por su habilidad pictórica y su propia visión de la realidad. No solo se centró en la pintura, sino que también dejó su impronta en el cine, la escultura, la fotografía y hasta en la moda.
Tanto creía en su manera de ver la vida que «el personaje» que muchos decían que interpretaba llegó a traspasar a la persona cautivando a todos aquellos que tuvieran la fortuna de coincidir con él.

Según el propio Dalí sus excentricidades se debían a su deseo de superar a su hermano mayor llamado también Salvador y que falleció con solo dos años. Sus padres con tan solo cinco años le llevaron a la tumba de su difunto hermano y le dijeron que era su reencarnación.

Nunca llegó a licenciarse en Bellas Artes, fue expulsado por su carácter díscolo y egocéntrico, pero eso no le privó de colaborar en 1946 con Walt Disney realizando un cortometraje de animación «Destino» basado en una canción de Armando Rodríguez. Tan solo se grabaron 20 segundos y se quedó olvidado en un cajón hasta que en 2003 el sobrino de Walt Disney decidió terminarlo partiendo de los dibujos y los bocetos del artista español.


 
Las amistades de Dalí estaban en todos los campos y estamentos de la sociedad desde colegas pintores, pasando por músicos, artistas, personalidades y políticos. Una de sus amistades más longevas y de las que más se habló fue con Federico García Lorca, el cual se enamoró perdidamente de Dalí. Aun se conservan varias decenas de cartas que se enviaron durante años.

En 1982 tras la muerte de su esposa Gala, Salvador Dalí intentó suicidarse, aunque declaró que su intención era entrar en un estado de animación suspendida como algunas bacterias. Ese mismo año y viendo su futura muerte legó al Estado Español toda su obra.

El elemento decorativo por excelencia de Dalí era el huevo. Puede verse coronando el museo de Figueres o su casa-museo de Portlligat. Para él, representaba la esperanza, el amor y el recuerdo de que él es la copia de su hermano fallecido.

Falleció en 1989 mientras escuchaba su música favorita, Tristan e Isolda de Richard Wagner. Aunque se comunicó que fue enterrado en la cripta del museo de Figueres se cree que yace a «la derecha de su amada» como siempre decía en el castillo de Púbol.