Salvado por la campana

Seguramente más de una vez te has «salvado por la campana». Una gran sensación de alivio cuando evitas una situación desagradable en el último instante, justo cuando lo dabas todo por perdido. Pero lo que no te esperas es el origen de la expresión.

Una procedencia de lo más fúnebre

Salvado por la campana tiene uno de los orígenes más tétricos que puedas imaginar. Aunque no lo creas, hace unos siglos se llegaba a enterrar gente viva, ya que padecían enfermedades que les dejaba en coma o un estado similar y podrían parecer fallecidos. Para evitar una muerte tan horrible, se colocaba cerca del féretro una campana para dar aviso. Así, la persona encerrada podía avisar de que estaba con vida. Lo que viene siendo, salvado por la campana de un ataúd.

También existe otra posibilidad del origen de salvado por la campana en la Edad Media. En el boxeo, un deporte dominado por Muhammad Ali, las campanas tienen un rol importante para detener un combate o indicar que se ha terminado un asalto. Este hecho se convertiría, con el tiempo, en una expresión muy popular en diferentes lenguas, como ha ocurrido en el castellano.

Y es que, no hay nada mejor que salvarse por poco de una muerte atroz o de un combate del que pendes de un hilo. Sin embargo, el uso de esta expresión está más extendido en ámbitos más cotidianos y no tan extremos.