El primer futbolín español

Nació como un juego para los mutilados de la Guerra Civil, que miraban atónitos a sus compañeros mientras jugaban al fútbol.

Un tablero curvado de madera, 22 muñequitos cuyas extremidades varían de posición según el tipo de futbolín y toda la pasión del deporte rey llevada a la mesa de juego. Estos son los ingredientes del juego que triunfó entre los españoles en el periodo más bélico de su historia.

Alejandro Campos fue su creador, un joven carpintero residente en Madrid. Al ser trasladado a un hospital como consecuencia de las heridas de un bombardeo, éste decide que todos tienen derecho a disfrutar del deporte rey. Creó, junto con Javier Altuna, el primer fútbol de mesa de origen español.

El futbolín español no comparte reglas ni modo de juego con la patente original del fútbol de mesa, creada en Alemania en 1890. Hay diversos modos de juego y diversos tipos de tableros, cuya diferencias más sustanciales son el número de patas de la mesa, la posición de los jugadores, -unos con las piernas abiertas y otros con las piernas cerradas- o el material con el que se hacen los jugadores de campo, en unos casos es madera y en otros es plástico.
Fuente: El País