Ponerse las botas

El origen de la expresión ponerse las botas está justamente en la invención de este calzado. Para saber qué quiere decir ponerse las botas, debemos tener claro que, en un principio, estas eran exclusivas de las clases altas, por lo que su uso está relacionado con una serie de privilegios exclusivos.

La historia de ponerse las botas y su frase hecha

En sus orígenes, las botas eran un calzado que pocos podían costearse y estaban hechas de cuero, normalmente. En épocas como la Edad Media, solo podían vestirlas los nobles y los grandes caballeros, algo que pasaba también con el uso de la sombrilla.

De ahí que el hecho de vestir botas se considerara como un signo de estatus social elevado y con privilegios únicos al alcance muy pocos. Así, el origen de la expresión ponerse las botas se encuentra en identificar a este calzado con la posibilidad de disfrutar de numerosos bienes placenteros.

En la actualidad, la frase la utilizamos precisamente para esos momentos en los que una persona obtiene un provecho inmenso de algo o puede disfrutar sin ningún tipo de límite de ciertas concesiones u objetos.

Por lo tanto, ponerse las botas se emplea tanto en relación con beneficios económicos como con actividades como comer en abundancia. Todo tiene su origen en esos caballeros que podían permitirse vestir un calzado que demostraba un nivel social elevado.