Bluetooth

¿Cuál es el origen de la palabra Bluetooth? ¿Por qué se utiliza esta denominación, que significa diente azul, para nombrar a este recurso tecnológico? Seguramente, ni Miguel de Cervantes ni William Shakespeare habrían elegido un nombre así. Te contamos su génesis.

Tecnología con inspiración vikinga

En realidad, Bluetooth comenzó siendo un nombre interno, en clave y temporal. La idea era reemplazarlo en cuanto los responsables de marketing dieran con un término comercial apropiado. Sin embargo, llegó para quedarse.

El artífice de este bautismo verbal fue Jim Kardach, uno de sus desarrolladores, en 1996. Coincidió que estaba leyendo una novela sobre las sagas vikingas; en concreto The Long Ships, del sueco Frans G. Bengtsson.

Así que se le ocurrió a Kardach utilizar el nombre de un rey vikingo. Y, de todos ellos, se decidió por Harald Blåtand, traducible al inglés como Harald Bluetooh. O sea, Harald Diente Azul en español.

Este monarca danés vivió en el siglo X y consiguió unificar a varias tribus de Dinamarca en un solo reino cristiano.

En su momento, se barajaron también las opciones RadioWire y PAN (personal area networking), que era la favorita. Sin embargo, la multitud de hits en Internet que ya había de esa abreviatura hizo que no fuera elegida.

En definitiva, aunque todos nos hemos acostumbrado a utilizar la palabra Bluetooth, su elección resultó más bien casual. Eso sí, puedes asegurar que es una tecnología de inspiración vikinga.