El origen del hombre lobo

Pocas personas conocen el mito detrás de la leyenda del hombre lobo, también conocido como licántropo. Esta se extiende por el mundo desde hace siglos, con pequeñas variaciones y siempre acompañada de terribles anécdotas de noches de luna llena.

Ya en el siglo II se detectaron casos de licantropía, que Marcellus de Sidón describió como “una especie de melancolía”. Se trataba de una enfermedad mental que causaba a los que la padecían la sensación de transmutarse en algún animal. La leyenda del hombre lobo se vio propagada una vez se comprobaron los efectos que la luna llena tenía en el comportamiento de las personas.

Durante el siglo XVI se detectaron los casos más notorios de licántropos. En 1521, Pierre Burgot y Michel Verdun, una famosa pareja de asesinos en serie, fueron acusados de licántropos y ejecutados. El caso más sonado fue el de Peter Stumpp en Alemania (1598), cuyos vecinos afirmaron haberle visto en su forma animal y más tarde volver a su forma humana. Peter fue acusado de hasta 60 asesinatos en un mismo día. Fue ejecutado tras confesarse como asesino, violador y caníbal.

La leyenda del hombre lobo se remonta mucho tiempo atrás, antes de los mitos narrados. En el año 1 a.C. el poeta romano Ovidio escribió Las Metamorfosis (poema compuesto por 15 libros). En el primer libro nos contaba la historia del rey Licaón – cuyo nombre dio origen al termino licántropo – un hombre religioso y culto, que llevó su devoción al extremo. Acabó tomando parte en sacrificios que derivaron en antropofagia. En la historia Licaón ofendió a los dioses sirviéndoles carne humana para cenar. Fue castigado por ello convirtiéndose en hombre lobo, de esta manera siguió con sus crueles asesinatos ya sin su forma humana.

Cuenta la leyenda que cada 10 años, si no había comido carne humana en ese tiempo, podía volver a su forma original, pero cada vez que llegaba ese momento, aprovechaba para retomar sus ritos y sacrificios. Con cada luna llena Licaón salía al claro del bosque y aullaba a Zeus para que éste le perdonase.

Existen teorías muy diversas, pero ésta parece ser una de las que mejor explica el origen del mito los licántropos.