Los insecticidas

¿Conoces el origen de los insecticidas? Sin duda, son sustancias que han ayudado al ser humano a sobreponerse a las plagas durante siglos. Aquí te contamos cuál es su procedencia.

¿Cuándo se crearon los insecticidas?

Su origen no está claro. Hay testimonios de que en el antiguo Egipto pasaban las noches en torres elevadas para huir de los mosquitos del Nilo. Asimismo, hay indicios de que personajes históricos como Herodes o Platón fallecieron a causa de los piojos.

En el siglo VIII a.C., Homero hablaba de los buenos resultados que daba quemar azufre para repeler los insectos. Asimismo, 800 años más tarde, Plinio aconsejaba usar arsénico para combatir las plagas. Por su parte, en China era habitual el uso de polvo de crisantemo y sulfuro de arsénico para hacerles frente. Y en la Edad Media empezaron a popularizarse las velas de citronela.

El origen de los insecticidas modernos DDT (dicloro difenil tricloroetano) data de 1873. Sin embargo, no se popularizaron hasta la década de 1930, cuando Paul Müller reveló su eficacia frente al tifus y la malaria. Algo que le valió el Premio Nobel.

Este relanzamiento se realizó en Suiza y demostró definitivamente su eficacia en la epidemia de tifus de Nápoles de 1943. Rociarlo sobre las personas supuso su erradicación casi inmediata.

Ya sabes cómo, cuándo y dónde se inventó el insecticida. Una sustancia que ha salvado la vida de millones de personas.