Un mapa del tesoro español: más de 600 barcos hundidos en el caribe

La exploración y el comercio marítimos del Imperio español tuvieron su apogeo entre los siglos XVI y XVIII. Miles de barcos partieron de las costas españolas ya fuera para batallar, descubrir o comerciar (o todas a la vez). Muchas de estas embarcaciones consiguieron su objetivo, pero las circunstancias provocaron que un gran numero de ellas no lo hicieran y naufragaran debido, en su mayoría, a las condiciones climatológicas. Otras se hundieron debido a las batallas y, al contrario de lo que se pueda pensar, los piratas no eran fuente de temor para los navíos españoles. Solo un 0,8% de ellos se hundieron a causa de la piratería.


«En un mismo naufragio de varias embarcaciones podían perecer hasta 1500 personas”.


En febrero de 2019, la Subdirección General de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura presentó el primer inventario de naufragios españoles en América. Este comprende naufragios sucedidos entre 1492 y 1898, e incluye algunos tan importantes como el de la Santa María de la expedición de Colón y las naos de Pizarro, Núñez de Balboa o Cortés.

 

Hundimiento de la Armada española

 

Se han explorado las zonas del caribe que comprenden desde la antigua Florida hasta el norte de la costa Atlántica. Además, se han incluido Bahamas y Bermudas. Gracias a este informe, se han podido localizar y documentar hasta 681 embarcaciones hundidas. “Hay dos zonas con una gran concentración de barcos hundidos. En una misma bahía hemos llegado a localizar hasta 30 barcos hundidos debido a que estas se utilizaban para entrar a las zonas comerciales y se concentraban numerosas naves”. Comenta Carlos León, arqueólogo marino coordinador de la investigación en una entrevista a RTVE.

La elaboración del informe, realizado por León, Beatriz Domingo y Genoveva Enríquez ha durado cinco años, resultando en un increíble mapa del tesoro que sitúa no solo embarcaciones hundidas, sino grandes cantidades de materiales preciosos que se perdieron en los naufragios: oro, plata, esmeraldas o perlas.


El pacífico, el Atlántico Sur o las Filipinas aún deben ser rastreadas de barcos


El desarrollo de la investigación consistió en el análisis de documentos históricos pertenecientes al Archivo de Indias o al Museo Naval. Por sus manos pasaron hasta 420 planos antiguos que les ayudaron, junto con el resto de documentación consultada, a situar las embarcaciones.

Lo cierto es que, al tratarse de una investigación exclusivamente documental, solo se tiene conocimiento de la existencia de restos arqueológicos debajo del agua de un 23,2% de los 681 barcos localizados. Queda mucho por explorar. Carlos León es un experto arqueólogo marino que ha podido ver con sus propios ojos, en otras investigaciones, algunos de estos restos. Barcos hundidos del S. XVI que permanecen en el lecho marino. Según relata “un barco de 50 o 60 cañones podía llevar hasta 500 o 600 personas, lo que significa que hubo miles de perdidas humanos en el momento en que naufragaron. En un mismo naufragio de varias embarcaciones podían perecer hasta 1500 personas”.

 

 

En los barcos existe gran cantidad de material que, al no haber sido declarado por sus propietarios, se trata de contrabando que no esta controlado ni documentado en ningún informe. Este material no se tiene en cuenta. Además, los barcos de los que no se tiene constancia de su naufragio, aunque sí de que se hayan perdido, tampoco se incluyen.

Actualmente esta es una investigación parcial, ya que por el momento solo se ha podido abarcar la zona del Caribe y la costa atlántica de Estados Unidos. El objetivo es que en el futuro pueda ser ampliado. El pacífico, el Atlántico Sur o las Filipinas aún deben ser rastreadas para tener un conocimiento mucho más exacto de las embarcaciones que resultaron heridas de muerte y se sumergieron en las aguas.

Uno de los grandes viajes marítimos de la historia fue el que realizó Magallanes junto con Juan Sebastián Elcano. Se trata de la primera circunnavegación del globo terráqueo y, de las 5 naves que partieron el 6 de septiembre de 1519, solo regresaron dos. Otra de ellas fue quemada debido a su mal estado y otras dos naufragaron durante el viaje debido a fuertes temporales. A pesar de haber aparecido noticias del hallazgo de restos de una de ellas, la nao Santiago, estas no se han podido confirmar como reales, por lo que esperan a su descubrimiento.

Si quieres saber más acerca de el viaje que lo cambió todo, no te pierdas el estreno de LA PRIMERA VUELTA AL MUNDO, el 22 de septiembre a las 22h.

 

 

Fuentes: El País/RTVE