La manifestación tendrá lugar hoy, viernes 21 de abril, frente a la embajada rusa en Madrid. El objetivo del acto es el cese de la «caza, tortura y exterminio en el campo de concentración de homosexuales en Chechenia». Quieren dar visibilidad a la situación y movilizar a la comunidad internacional, según el comunicado difundido por las redes sociales.
Las protestas en apoyo al colectivo LGTBI se suceden a raíz de las informaciones publicadas recientemente por el diario ruso Novaya Gazeta que afirman la existencia de prisiones secretas en Chechenia donde se están produciendo abusos y torturas contra homosexuales. El medio ruso denunció el arresto de más de 100 hombres sospechosos de ser gays y tres ellos asesinados a causa de su orientación sexual.
Estas torturas sistemáticas al colectivo LGTBI estarían producidas por fuerzas represivas del ejército checheno y tienen lugar en antiguas dependencias militares de las ciudades de Argún y Grozny, según Novaya Gazeta.
El propio presidente de la República de Chechenia, Ramzan Kadyrov, cercano a Vladimir Putin, afirma a través de su portavoz que «si gente así existiera en Chechenia, las fuerzas de seguridad no tendrían que preocuparse de reprimirlas puesto que sus propias familias se encargarían de enviarlas donde no pudiesen volver«. Las declaraciones se producían después de que Naciones Unidas publicara un comunicado en el que instaba a las autoridades chechenas a liberar a los detenidos.
Las autoridades rusas aseguran que las afirmaciones del diario son falsas. La periodista encargada inicialmente del reportaje, Elena Milashina, aseguró que «altos miembros de la sociedad chechena se congregaron en la mezquita más grande de Grozny para anunciar una yihad, o guerra santa, contra ella y los periodistas del diario». La sociedad chechena es, en su mayoría, musulmana y está basada en códigos extremadamente conservadores. Los activistas denuncian el discurso del odio generado alrededor del colectivo.
La persecución contra la comunidad gay en Rusia es una realidad desde que se promulgó la ley «contra la propaganda homosexual» en 2013, que condena manifestaciones públicas de homosexualidad. Durante el tercer Reich se señalizaba mediante un triángulo rosa con la punta hacia abajo a los homosexuales en los campos de concentración nazis y se llevaban a cabo numerosos experimentos para extirpar lo que consideraban una «enfermedad».
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