Los judíos que votaron a Hitler

La primera mitad del SXX fue una de las épocas más oscuras de la Historia con dos grandes guerras que causaron millones de muertes. Un porcentaje elevado de esos muertos eran judíos, perseguidos, encarcelados, torturados y asesinados por los nazis.

Por ello pone los pelos de punta saber que, durante la ascensión de Hitler al poder, logró hacerlo en parte por ser apoyado por la Asociación de Judíos Nacionales Alemanes. El objetivo de dicha asociación era la absorción de los judíos a través de la cultura alemana, huyendo de las corrientes sionistas y renegando de los judíos del este a los que consideraban el enemigo y una amenaza a su nueva forma de entender el judaísmo.

Hay que remontarse a mediados del SXIX cuando una parte de los judíos alemanes comenzaron a rechazar sus raíces. Se oponían a costumbres de su religión como la circuncisión y el sabbath (el día descanso lo pasaron del sábado al domingo) además de reemplazar el Bar Mitzvah por una evaluación oral. Era tanto su rechazo que cuando surgió el partido nazi, su devoción a Alemania les llevó a votar al Partido Nazi, ajenos a lo que esa decisión supondría en pocos años.

El fin de esta asociación se produjo el 18 de noviembre de 1935 cuando fue ilegalizada y disuelta. Su fundador, Max Naumann, fue trasladado a un campo de concentración por la Gestapo. Tal vez el partido nazi conocedor de su pasado fue algo más benevolente y fue puesto en libertad días después.

El caso de Naumann no fue el único de un judío afín al régimen nazi o de judíos que hicieron todo lo posible aunque fuera amoral para su supervivencia y bienestar. Mordechai Chaim Rumkowski fue un empresario judío que no tuvo problema en ponerse al frente de la asamblea que dirigía el gueto de Lodz. Transformó el gueto en un infierno (dentro del que se vivía de puertas hacia fuera) llegando a obligar a las mujeres a prostituirse si no querían acabar en un campo de concentración.
Otro caso es el de Stella Kübler, una judía apodada como el “Veneno Rubio” que delató a más de 2300 compatriotas como espía de la Gestapo.