Los días desaparecidos del calendario

14 de octubre de 1582. No encontrarás información acerca de este día ni en Internet, ni en bibliotecas ni en hemerotecas de ningún país que utilice el calendario Gregoriano. Sencillamente porque no existe. Los días del 5 al 14 de octubre de 1582 nunca existieron oficialmente. ¿Por qué?

Anteriormente al 4 de octubre de 1582, el calendario utilizado en territorio católico era el implantado por Julio César en el 46 a.C. El objetivo del militar era hacer coincidir las estaciones del año siempre en los mismos meses, pero había un error. Según los datos que Julio Cesar manejaba, un año solar se completaba en 365,25 días aunque en realidad lo hace en 365,242189. La diferencia, que puede parecer minúscula a priori, significa que durante los 1628 años en los que el calendario Juliano estuvo vigente, el año solar fue desfasándose con respecto al “año Juliano” con una diferencia resultante de aproximadamente 10 días.

El Papa Gregorio XIII, apoyado en los dos informes que la Universidad de Salamanca había elaborado y remitido a la Santa Sede a este respecto, impulsó un nuevo calendario que ajustara esta diferencia a través de la publicación de la bula Inter Gravissimas.

Bula dictada por el papa Gregorio XIII

 

El desfase que producía el calendario erróneo de Julio Cesar provocaba que celebraciones como la Pascua, que se celebra el primer domingo después de la primera luna llena de primavera (en el actual calendario), se celebraran cada año un poco más tarde. De tal manera que si no se acometía un ajuste, en algún momento se celebraría durante el verano en el hemisferio norte. La decisión fue drástica: eliminar los días que “sobraban”. Así pues, el día siguiente al 4 de octubre no fue el 5, sino el 15.

Los primeros territorios que adoptaron la corrección fueron Italia, España y Portugal. Otros países lo hicieron posteriormente, como Inglaterra en 1752. Actualmente, el calendario Gregoriano es utilizado en la mayor parte del mundo, aunque en países no católicos se sigue nombrando como Juliano como no reconocimiento del Papa en su implantación.

A fin de cuentas, a partir de ahora, si lees alguna información acerca de algún acontecimiento sucedido, digamos, el 10 de octubre de 1582, puedes tener por seguro que es una información, cuanto menos, errónea.