Parece increíble pensar que en la mente de un niño pueda existir el instinto por asesinar e infligir daño en otras personas. Aunque sea algo poco común, hay casos de asesinos en serie que no llegaban a la mayoría de edad a lo largo de la Historia.
Jon Venables y Robert Thopmson son los dos asesinos más jóvenes de la Historia moderna de Inglaterra. Cuando apenas tenían 10 años, secuestraron, torturaron y asesinaron a James Bulger, de tan solo dos años. Su caso fue tan brutal, que hoy en día después de haber cumplido su condena (qué condena?), tienen que ocultarse para evitar represalias de la sociedad.
En Japón Natsumi Tsuji, conocida como Nevada Tan, perpetró un violento crimen contra una de sus compañeras. Natsumi llevaba semanas en conflicto con Satomi Mitarai, con la que tenía disputas típicas de niñas de 11 años, como quién era más popular o quién jugaba mejor al baloncesto. Tras semanas de confinamiento de Natsumi en casa, afectada por los conflictos con su compañera, una mañana se la llevó a un aula vacía y la asesinó.
Uno de los crímenes que más conmocionaron EEUU fue el perpetrado por Jordan Brown de 11 años. El niño disparó con una escopa a la novia de su padre, la cual estaba embarazada. Tras el asesinato, dejó a su hermana de cuatro años junto al cadáver y se marchó al colegio.
¿Qué puede llevar a niños a matar? Los expertos apuntan a una combinación de factores propios de la personalidad de cada individuo junto con los factores sociales de su entorno tales como abusos sexuales, maltratos, situaciones límite, etc. H.H.Holmes si bien no fue un niño maltratado físicamente, sí que sufrió abusos psicológicos por un padre alcohólico y en muchas ocasiones ausente en su vida y de los abusos sufridos por sus compañeros del colegio.
