Las frases más destacadas de Marco Aurelio

Filósofo y emperador del Imperio Romano (Antigua Roma) entre 161 y 180 d. C, fue el último de los llamados «Cinco Buenos Emperadores» y es considerado una de las figuras más representativas de la filosofía estoica.

Aquí te dejamos algunas de sus frases más célebres:

1. El verdadero modo de vengarse de un enemigo, es no asemejársele.

2. Lo que no es útil para la colmena, no es útil para la abeja.

3. Si no conviene, no lo hagas; si no es verdad, no lo digas. Sé dueño de tus inclinaciones.

4. Realiza cada una de tus acciones como si fuera la última de tu vida.

5. No obres como si fueras a vivir mil años; obra como si el fin estuviera muy cerca.

6. La dulzura, cuando es sincera, es una fuerza invencible.

7. El arte de vivir se asemeja más a la lucha que a la danza.

8. El mundo no es más que transformación, y la vida, opinión solamente.

9. Te embarcaste, surcaste mares, atracaste: ¡desembarca!

10. En ninguna parte puede hallar el hombre un retiro tan apacible y tranquilo como en la intimidad de su alma.

11. El tiempo es como un río que arrastra rápidamente todo lo que nace.

12. Una sola es la luz del sol, aunque la obstaculicen muros, montes, incontables impedimentos.

13. Contempla de continuo que todo nace por transformación, y habitúate a pensar que nada ama tanto la naturaleza del Universo como cambiar las cosas existentes y crear nuevos seres semejantes.

14. No permitas que tu memoria se enajene de las cosas que tienes, sino de las que te hagan falta.

15. Concibe sin cesar el mundo como un ser viviente único, que contiene una sola sustancia y un alma única, y cómo todo se refiere a una sola facultad de percibir, la suya, y cómo todo lo hace con un sólo impulso, y cómo todo es responsable solidariamente de todo lo que acontece, y cuál es la trama y contextura.

16. Todas las cosas se hallan entrelazadas entre sí y su común vínculo es sagrado y casi ninguna es extraña a la otra, porque todas están coordinadas y contribuyen al orden del mismo mundo.

17. La naturaleza del universo, valiéndose de la sustancia del conjunto universal, como de una cera, modeló ahora un potro; después, lo fundió y se valió de su materia para formar un arbusto, a continuación un hombrecito, y más tarde otra cosa.

18. Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza.