Las bibliotecas

El origen de las bibliotecas es más antiguo de lo que puedes pensar. En el momento en el que se da origen a la escritura, surge la necesidad de almacenar lo escrito. Sin embargo, ¿cómo, cuándo y dónde surgieron las primeras bibliotecas?

 

¿Cuál es el origen de las bibliotecas?

La primera reconocida por la arqueología es la de Caldea (actual Irak). Fue levantada en torno al 1700 a.C. y en ella se almacenaban tablillas cuneiformes. La famosa biblioteca de Nínive, que perteneció a Asurbanipal, es un siglo posterior a esta. Sin embargo, es una buena muestra de la importancia que ya tenían los libros en una fecha tan temprana.

Pese a estos inicios tan remotos, tardaron siglos en generalizarse. La primera de carácter público nació en Atenas en torno al 540 a.C. de la mano de Pisístrato. Y la famosa Biblioteca de Alejandría no se levantaría hasta finales del IV a.C. por Ptolomeo Soter. Los romanos dispusieron de varias de estas instituciones, las cuales adquirieron una gran relevancia.

No obstante, tras la caída del imperio, las bibliotecas se vieron muy limitadas hasta el final de la Edad Media. Poco a poco, diversos reyes y nobles irían constituyendo las suyas, algunas de ellas formarían bibliotecas reales que aún hoy perduran. Pero esta es otra historia aparte del origen de las bibliotecas.

 

España cuenta, entre otras, con la Biblioteca Nacional de España, fundada en el año 1711.