La puerta del infierno: El pozo de Darvaza

En pleno desierto de Karakum (Turkmenistán) se encuentra la mismísima «puerta del infierno», el pozo de Darvaza. 

Toma su nombre de la aldea más cercana, por lo que la afluencia de expertos y curiosos ha aumentado en las últimas décadas a pesar de la complicación por conseguir los permisos para visitar la zona.

Este cráter en fuego permanente no es obra de la naturaleza. En la década de los 70 un grupo de geólogos soviéticos se encontraban en la zona perforando el terreno en búsqueda de gas natural. En una de las excavaciones dieron con una caverna subterránea que hizo que todo se viniera abajo.

Debido a la inmensa cantidad de gases tóxicos del interior del cráter, la labor de descender para recuperar el equipo era de muy alto riesgo por lo que decidieron prender fuego al cráter. Una vez los gases se hubieran consumido descenderían para recuperar los costosos equipos de la excavación.

La idea no fue la más acertada, ya que más de cuatro décadas después sigue ardiendo sin cesar lo que ha hecho a este «accidente» humano ser bautizado como «La puerta del infierno».