La II Guerra Mundial en color (Programación Octubre)

A principios de 1944, Hitler se enfrentaba a una nueva amenaza. En occidente, los aliados estaban ultimando los preparativos para invadir el noroeste de Francia. Era un ataque que el ‘führer’ siempre había estado esperando. El problema era averiguar cuándo y por qué punto de los más de 3.000 kilómetros de costa llegaría.

Jueves 2, 22h.

A finales del verano de 1944, las fuerzas aliadas en el noroeste de Europa se abrían camino hacia la frontera alemana. París y Amberes fueron liberadas, pero los problemas de suministros detuvieron el avance. El fracaso en la toma de un puente estratégico sobre el Rin en Arnhem (Países Bajos) para flanquear las principales defensas alemanas dejó claro que la victoria final aliada se retrasaría hasta 1945.

Jueves 2, 23h.

En la primavera de 1943, la guerra del Pacífico había alcanzado un punto de inflexión. EE UU había frenado el avance japonés y se disponía a lanzar un doble ataque para hacerlos retroceder. Uno de los frentes avanzaría a través de la selva de las islas Salomón y después de Nueva Guinea, mientras que el otro recorrería miles de kilómetros saltando de isla en isla por el Pacífico central. Para lograrlo, la Marina de EE UU tuvo que poner en práctica nuevas tácticas utilizando fuerzas anfibias apoyadas por portaviones y un extraordinario sistema de suministro marítimo.

Jueves 9, 22h.

A comienzos del año 1945, el Tercer Reich agonizaba. En el oeste, las fuerzas aliadas estaban cerca de Renania; en el este, una guerra relámpago permitió al Ejército Rojo alcanzar el río Oder, muy cerca de Berlín. En Alemania, la inminente invasión soviética provocó el pánico general. Las tropas del Ejército Rojo no escondían sus deseos de venganza por las masacres perpetradas por los nazis en su propia tierra. En condiciones atmosféricas muy adversas, más de cinco millones de refugiados alemanes huyeron al oeste.

Jueves 9, 23h

A principios de 1945, la situación de Japón era desesperada: su Armada y fuerza aeronaval estaban destruidas. Los portaviones y las unidades anfibias estadounidenses se movían a voluntad por el océano Pacífico invadiendo islas ocupadas por los japoneses, mientras que los submarinos cortaban las líneas de suministro vitales para aquellos. Sin embargo, a pesar de la miseria y la hambruna del país, el Ejército japonés seguía defendiéndose con uñas y dientes. Sus líderes aún creían que si conseguían infligir bajas suficientes en las fuerzas enemigas, estas se rendirían.

Jueves 16, 22h.