Estar sin blanca

1379, Juan I de Castilla: con motivo de la guerra contra el Duque de Lancaster en Inglaterra, el rey crea una moneda llamada «Blanca del Agnus Dei». Aunque al comienzo se acuñaba de plata y cobre, con el paso del tiempo fue perdiendo valor y con esta devaluación comenzó a acuñarse solamente de cobre. Ya en tiempos de Felipe II esta moneda tenía muy poco valor con lo que, conocida como la «blanca», al decir «no tengo ni blanca» significaba que el dinero escaseaba y así ha llegado hasta nuestros días.

Se puede decir que «no tengo ni un duro» sería el equivalente de esta expresión en la España de la peseta. Si estas leyendo este artículo y no cuentas con más de cierta edad, debes saber que a la moneda de cinco pesetas se le llamaba «duro». Con lo que si no se disponía ni siquiera de cinco pesetas, la economía no estaba muy boyante… «Estabas sin blanca».