La histeria colectiva en la historia

La histeria colectiva es un fenómeno psicológico que se produce en varios miembros de una comunidad de manera más o menos simultánea. Se trata de un caso de ataque nervioso o de ansiedad que afecta a un grupo de personas. Este fenómeno recibe el nombre de enfermedad psicogénica de masas.

Usualmente comienza con síntomas en un individuo que se van replicando en otros individuos de la misma comunidad. Ya sea un colegio, una fábrica, un barrio o pueblos enteros.

En la historia hay destacables ejemplos de este fenómeno que, de una manera u otra, cambiaron la historia. Claro es el ejemplo de la histeria colectiva que sufrieron los habitantes de la ciudad de Salem (Massachusetts) a finales del siglo XVII.

Durante la historia se cree que diferentes causas podrían llevar a ciertos grupos a sufrir histerias colectivas, como la presión y el estrés o una sustancia psicoactiva que crece en los granos de trigo, la ergotamina.

Estos son algunos ejemplos de histerias colectivas que han sucedido en la historia:

 

LA HISTERIA DE LA COCA-COLA

A comienzos de 1999 hubo un notable caso de histeria colectiva en Bélgica. El país había sufrido recientemente un problema de salud pública provocado por una sustancia llamada dioxina. Este componente tóxico se había colado en la cadena trófica y el alimento para animales se contaminó. Las autoridades tuvieron que retirar de todos los comercios todos los productos lácteos y cárnicos originados en Bélgica. Fue el mayor problema de salud alimentaria de la historia del país.

 

 

En este contexto se produjo una histeria colectiva relacionada con Coca-Cola. Una decena de niños de un colegio de Amberes comenzaron a presentar síntomas de una enfermedad estomacal, cayendo enfermos. Todos ellos coincidían en la ingesta de un mismo producto, la Coca-Cola. A su vez, todos relataban que la bebida tenía un olor extraño. Dada la situación que el país vivía, las autoridades decidieron prohibir la venta de todas las bebidas de la marca. Otros países europeos aplicaron las mismas restricciones.

Parece ser que la situación de estrés que se vivía en el país indujo a estos jóvenes a mostrar estos síntomas, pero eran síntomas sin causas de enfermedad real. Un caso de histeria colectiva. Tras lo sucedido y una vez que se confirmó que la bebida era completamente segura, la marca declaró que probablemente el uso de otro tipo de dióxido de carbono utilizado para la confección de la Coca-Cola produjo ese olor diferente, pero sin ningún impacto para la salud.

 

EPIDEMIA DE BAILE DE LA EDAD MEDIA

En la Europa del siglo XVI y más concretamente en Estrasburgo ocurrió un renombrado caso de histeria colectiva. Todo comenzó cuando en julio de 1518 una mujer salió a la calle y comenzó a bailar sin motivo aparente. La mujer no paraba de bailar y tras varios días empezaron a unirse más personas. Al cabo de una semana más de 100 personas bailaban en las calles y la autoridad comenzó a actuar. Al contrario de lo que se pueda pensar, en ese momento se creyó que lo mejor era que los afectados siguieran bailando para poder recuperarse. De esta forma, se contrataron músicos y bailarines e incluso se construyó un escenario.

Al cabo de unos días algunos “bailarines” comenzaron a morir debido a fallos cardiológicos y algunos otros al propio agotamiento.

 

Tras varios meses, a finales de agosto, los más de 400 afectados fueron trasladados a un santuario de curación y en septiembre todo había terminado. La razón más plausible por la que esta histeria pudo surgir, es la presión a la que los ciudadanos estaban sometidos por las condiciones de hambruna, enfermedades y desesperación.

 

LAS BRUJAS DE SALEM

Corría el año 1692 y la vida en la América colonial no era fácil. Los colonos que habían llegado a Nueva Inglaterra desde Europa llevaban un vida profundamente religiosa y dedicada a las labores del campo. Los habitantes estaban sometidos a un profundo control de sus acciones religiosas.

En un momento dado dos de las hijas de Samuel Parris, quien era el párroco de Salem, comenzaron a manifestar extraños síntomas como convulsiones, fiebres, ladridos… La persona que servía en su casa, Tituba, una mujer negra esclavizada procedente de Barbados gustaba de contar historias y rituales de origen vudú a las hijas del reverendo Parris, originarias de su tierra.

Probablemente influidas por estas historias comenzaron a manifestar síntomas de posesión de manera voluntaria a modo de juego, para después escaparse de su propio control. Los síntomas comenzaron a replicarse en otras chicas y a propagarse. El médico local, al no encontrar razones físicas para tal manifestación, declaró el problema como de índole demoníaca. Para él era un claro caso de posesión, pero en realidad se trataba de una histeria colectiva.

 

La casa en la que sucedió el primer caso

 

Al principio se acusó a Tituba y a otras dos mujeres como causantes de tal posesión y la sirvienta, tras la presión de la tortura ejercida por Samuel Parris, se declaró culpable. Además, acusó a las otras dos de brujería. Este caso de acusación fue replicado por muchos otros habitantes de Salem, que, por rencillas económicas, envidias u otros motivos, comenzaron a acusar, sin fundamento alguno, a otras personas de brujería.

Tras varios meses más de 200 personas habían sido acusadas y 19 de ellas ahorcadas.

Si este caso te intriga y quieres saber más no te pierdas BRUJAS DE SALEM, estreno el martes 8 de junio a las 22h en Canal HISTORIA.

 

Estos son solo algunas muestras de los numerosas histerias colectivas que han sucedido durante la historia. Como ejemplos, la epidemia de risa ocurrida en Tanganica (Tanzania) en 1962 en la que cientos de niños y adultos estuvieron riendo y llorando durante días o la conocidísima Guerra de los Mundos, histeria provocada por la falsa invasión extraterrestre que Orson Welles transmitió por radio en 1938 en Estados Unidos.