Hacerse el sueco

Hacerse el sueco es una de esas expresiones populares que todos hemos utilizado alguna vez. Significa no entender o, con más precisión, comprender solo aquello que se quiere. ¿A que te la han dicho? Y tú también, sin duda, la has empleado más de una vez.

De dónde viene ‘hacerse el sueco’

Todas las expresiones de nuestra cultura popular tienen un origen que suele sorprendernos. Es el caso, por ejemplo, de ‘hacer buenas migas‘ o ‘salvarse por los pelos‘.

Ahora bien, ¿de dónde procede «hacerse el sueco»? En realidad, existen dos teorías etimológicas distintas:

  • Los marineros que venían a España desde Suecia se valían de su falta de dominio del idioma para entender solo lo que les convenía.
  • Antiguamente, los cómicos utilizaban un calzado para actuar llamado soccus. Eran una suerte de pantuflas de cuyo nombre derivaron otros que se popularizaron, como zuecos y zoquetes. Este último, en origen empleado para nominar un tarugo largo y grueso hecho con madera, adquirió también una acepción negativa. Así, la RAE lo define como «persona tarda en comprender». No parece incoherente pensar que ese término acabó derivando en esta expresión tan conocida en nuestro acervo idiomático.

Ahora ya conoces la procedencia de la expresión «hacerse el sueco». Si alguien te pregunta sobre el tema, ya no tendrás que hacerte el ídem si no quieres. De ti depende optar por la explicación marinera o por la de los zuecos.