Según la RAE, una de las acepciones de “gato” es: bolso o talego en que se guardaba el dinero. Y la expresión “gato encerrado” la define como “haber causa o razón oculta o secreta, o manejos ocultos”.
Pero ¿tiene esta expresión algo que ver con el mundo de los felinos? Veamos de dónde proviene este dicho popular.
En el Siglo de Oro, el bolso o talego donde se guardaba el dinero recibía el nombre de gato. Se dice que uno de los motivos por los cuales se denominaba así era porque estaban fabricados precisamente con piel de este animal. Este estaba diseñado con un cordel del que se tiraba y quedaba cuidadosamente cerrado. De esta manera era fácil esconderlo entre los ropajes o en algún lugar secreto de las casas como remedio a los posibles hurtos. Por extensión, al dinero que se guardaba en dicho talego también se le denominaba así.
La RAE también denomina gato como “ladrón, ratero que hurta con astucia y engaño”.
Hay fuentes que barajan la posibilidad de que el nacimiento de esta expresión provenga de la consigna que usaban los ladrones para advertirse entre ellos que una posible victima llevaba dinero encima: “hay gato encerrado”.
