Hace pocas semanas los científicos alertaban de la mutación de un insecto por todos conocidos, las hormigas.
Al parecer un hongo entomopatógeno está transformando a las hormigas de una zona de Brasil en zombies. Este hongo es capaz de manipular el cerebro de las hormigas para que hagan lo que le conviene.
El hongo se instala sobre los cerebros de las hormigas cuando estas se acercan a sus esporas para alimentarse. El parásito accede hasta su sistema nervioso central controlándolas por completo obligándoles a trepar por los troncos de las plantas hasta las hojas en sus últimos instantes de vida. Cuando ya están en lo alto de la planta las hormigas cierran sus mandíbulas bajo los efectos del hongo para aferrarse a una hoja y mueren. La espora que se había adherido a su cabeza cae y suelta nuevas esporas para volver a empezar con su ciclo.
Es tal la potencia de este hongo que es capaz de distinguir diferentes especies de hormigas y segregar la sustancia adecuada para cada una de ella y así contagiarlas.
Entre los elementos que hacen que el sistema nervioso central se vea comprometido están el ácido guanidino butírico y la esfingosina.
Lo más asombroso es que cuando la hormiga muere no queda rastro alguno del parásito en el cerebro. La importancia de este descubrimiento abres las puertas a una nueva forma de control del cerebro sin precedentes.
