¿Es cierto que los soviéticos resucitaron animales?

Un video lanzado por primera vez en la década de 1940 muestra a científicos soviéticos haciendo resucitar a un animal. Concretamente uniendo la cabeza de un perro a una máquina y dándole vida. Las imágenes, rodadas por Agencia de Cine Soviética, muestran a varios científicos uniendo la cabeza de un perro a una máquina que parece ser capaz de hacer circular sangre por el cerebro y restaurar las funciones motoras básicas de la cabeza.

Más adelante, los mismos científicos usan la técnica para resucitar a un perro que había estado clínicamente muerto durante al menos diez minutos.

 

El Dr. Sergei Brukhonenko había realizado un trabajo pionero en la transfusión de sangre varios años antes, un procedimiento que aún sigue utilizándose en los hospitales modernos. Mientras los estadounidenses experimentaban con primates, los científicos soviéticos experimentaban con perros. Brukhonenko pudo aislar órganos individuales y mantenerlos en funcionamiento: un corazón que bombeaba sangre, unos pulmones funcionando por sí mismos. El siguiente paso fue reanimar toda una cabeza de perro, bombeando sangre oxigenada a través de las arterias con la ayuda de un artilugio llamado «autojektor». Con un suministro de sangre al cerebro, la cabeza reaccionaba supuestamente a los estímulos como lo haría en vida, moviendo los oídos, los ojos y la lengua.

La noticia de la supervivencia de la cabeza después de haber sido separada del resto del cuerpo se extendió rápidamente por Europa, y en 1937 Brukhonenko había perfeccionado su máquina cardíaca y pulmonar. A continuación, a otro perro, este completamente intacto, se le provocó la muerte clínica y luego se le devolvió la vida con el autojektor. “Después del experimento”, dice el narrador de Experiments in the Revival of Organisms con música triunfal, “los perros viven años, crecen, engordan y tienen familias”.

El metraje, publicado apenas un año antes de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial en 1941, fue mostrado por cortesía del Consejo Nacional de Amistad Soviético-Estadounidense. Existe cierta disputa en cuanto a la validez del video, y algunos afirman que la película fue un esfuerzo de propaganda de los estadounidenses y los británicos para validar a los soviéticos y promulgar su prestigio ante los nazis contra los que estaban combatiendo.