En boca cerrada no entran moscas

El origen de la expresión en boca cerrada no entran moscas te va a sorprender. Como en tantos otros ejemplos, quien te diga esta frase no te está previniendo de los peligros de tales insectos. Siempre hay algo más en el trasfondo.

 

¿Cuál es el significado de en boca cerrada no entran moscas?

En esencia, se trata de transmitir la idea de que, al hablar de según que temas o personas, es conveniente actuar con discreción. De lo contrario, acabarás enfrentándote a consecuencias puede que desagradables. Al fin y al cabo, ¿a quién le gusta que le entre una mosca en la boca? ¡A saber dónde habrá estado!

En cuanto al origen del refrán en boca cerrada no entran moscas, se cree data del siglo XVI durante el reinado de Carlos I. Como sabrás, su prognatismo mandibular le hacía mantener la boca entreabierta, algo que no podía evitar. Además, este problema se iba incrementando con la edad. Durante una visita a Calatayud, un lugareño tuvo a bien comentarle esto: «Cerrad la boca, majestad, que las moscas de este reino son traviesas«.

Sin duda alguna, este buen súbdito podría aplicarse a sí mismo el dicho que acababa de crear, aunque no sabemos exactamente qué consecuencias sufrió por un acto de tal valentía. No obstante, su ocurrencia llegaría a toda la hispanidad.