El Greco

Solemos creer que el Greco es de Toledo, pero lo cierto es que nació en Creta, aunque se transladó a España tras ser explusado de Italia por unas desafortunadas palabras contra Miguel Angel y su obra de La Capilla Sixtina. 

Muchos dicen que fue un pintor extravagante, otros lo califican como excelente y único, aunque lo cierto es que fue, cuanto menos, curioso. A continuación os dejamos algunos datos:

– El Greco estaba a las órdenes del monarca, pero no pintaba lo que el monarca quería. El rey de España le encargó que pintase un cuadro del Monasterio del Escorial que estaba construyéndose en aquella época, pero éste decidió no hacerlo y, en su lugar pintó hechos contemporáneos con cristinanismo.

– La casa en la que se encuentra el museo del Greco en Toledo no es en realidad la casa en la que éste pasó sus años en España, sino que su verdadera casa se encuentra a pocos metros de ésta.

– Solía pintar variedad de obras con elementos irreales, lo que significa que sufría una perturbación mental.

– Muy característicos son los alargados brazos de muchas de las personas que aparecen en sus obras. Investigadores y expertos tras estudiarlo, han concluído que sufría de astigmatismo en la vista, produciéndole visiones borrosas y distorsionadas. Sin embargo, otros explican que las figuras eran pintadas de ese modo porque los cuadros eran hechos para ser vistos desde abajo.

– Su obra «El Expolio» le otorgó gran popularidad, no sólo porque la obra fue encargada para la Catedral de Toledo, sino porque el Greco pidió por la obra una elevada cantidad económica que los tasadores no estaban dispuestos a pagar. Esto le llevó a aistir a multitud de pleitos.