El fin de ETA

Tras décadas de asesinatos, atentados y lucha por la independencia del País Vasco, ETA desaparecerá el 4 de mayo. 

Fundada en 1958 en plena dictadura franquista por algunos miembros expulsados del PNV, nació con la idea de luchar contra la dictadura y lograr la independencia para el País Vasco. En 1960 una niña de 22 meses, María Begoña Urroz, fallecía por la explosión de una bomba en la estación de trenes de San Sebastián. ETA había cometido su primer atentado y se había llevado por delante a la primera víctima.
Un año más tarde, en 1961 intentó hacer descarrilar un tren con franquistas en su interior. En aquellos momentos, contaba con un amplio apoyo de la ciudadanía al entender que se luchaba por los derechos y libertades de expresarse libremente.

A partir de entonces, la lista de víctimas fue creciendo: José Antonio Pardines, Luis Carrero Blanco, Gregorio Ordóñez, Francisco Tomás y Valiente o Miguel Ángel Blanco entre otros. Además los atentados masivos también iban en escala como los ataques a la Cafetería Rolando de Madrid (13 muertos), Casa Cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza (11 muertos, cinco de ellos niños), Plaza República Dominicana de Madrid (12 guardias civiles muertos) o el atentado del Hipercor de Barcelona con 21 muertos, su acción más devastadora.

En su corta pero sangrienta vida, ha cometido más de 2500 actos terroristas, la mayoría utilizando armas o explosivos, dejando un reguero de más de 800 muertos. En su comienzo, los objetivos de la banda era gente vinculada con la política, ampliando más tarde a militares, policías y fuerzas de seguridad. Con el tiempo, cualquier persona pasó a ser objetivo de la banda terrorista.

A lo largo de los últimos años, la organización terrorista declaró varios “alto el fuego” e incluso entregó parte de su arsenal. Fue perdiendo fuerza y adeptos hasta llegar 2018 y el anuncio histórico de la disolución total de la banda terrorista.