En la IGM, los territorios que conformaban Checoslovaquia, formaban parte del imperio austrohúngaro. La República Checa y Eslovaquia, que se separaron en 1992, por aquel momento no tenían sentimiento de pertenencia al imperio, de hecho, muchos checos y eslovacos emigraron al Imperio ruso, con el que tenían más afinidad.
Estos emigrantes formaron su propia unidad de combate para luchar junto al ejército ruso. El ejército austrohúngaro reclutó más soldados, pero éstos se rindieron para favorecer el avance del ejército ruso en el que militaban sus hermanos. Pretendían con esto debilitar al imperio austrohúngaro y favorecer las condiciones que les concediesen la ansiada independencia.
Los que se habían rendido, fueron encarcelados pero pudieron terminar formando parte del ejército que ya luchaba con el bando ruso, formando la Legión Checoslovaca que llegó a contar con 60000 miembros en 1917.
Terminada la Primera Guerra Mundial, comenzaron a llegar noticias a Occidente de un ejército sin país que trataba de salir de Rusia. Este ejército dio lugar a la creación del estado de Checoslovaquia.
Fuente: HISTORIAS DE LA HISTORIA
