Dar gato por liebre

El origen de la expresión «dar gato por liebre» te va a sorprender. ¿Alguna vez te habías preguntado de dónde viene? El lenguaje español es muy rico en este tipo de fórmulas, como «aquí hay gato encerrado», cuya procedencia se pierde en el tiempo.

Una tendencia medieval, el origen de la expresión «dar gato por liebre».

Como sabrás, dar gato por liebre implica practicar un engaño. Esperabas recibir un bien de cierto valor, y, sin saber cómo, acabaste con otro peor. Una situación que suele hacerte sentir una inmensa frustración.

Pues bien, su origen se remonta a la Edad Media, y tiene que ver con la tradición gastronómica de la época. Entonces era frecuente que se sirvieran platos en los que la liebre era la protagonista. Sin embargo, era aún más habitual que esta se cambiara por gato. Así el dueño de la fonda en cuestión se ahorraba la carne y, por tanto, se llevaba un buen pellizco con cada plato.

A esto debes sumarle que ambas carnes son difíciles de diferenciar a simple vista, y con las suficientes especias, muchas personas no distinguían su sabor. Con el tiempo, esta frase se extendió como forma de prevenir a los comensales, siendo este el origen de la expresión. Aunque este no era el único engaño común en la época: también se cambiaba la carne de ternera por asno adobado, por ejemplo. ¡Había que tener cuidado con lo que uno se llevaba a la boca!

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