Cuando Pepsi fue una potencia militar

Año 1959, la tensión entre la URSS y Estados Unidos empezaba a subir de tono. Y todo sin haber ocurrido aun el derribo del avión espía estadounidense o la crisis de los misiles. 

Washington y Moscú querían acercar posturas y para ello se celebró en la URSS una exposición de productos norteamericanos al igual que se hizo en Nueva York de productos rusos. Disney, IBM o Pepsi fueron algunos de los gigantes que se desplazaron a la URSS para mostrar sus productos y la cultura americana.

En un momento de conversación, el presidente de Pepsi de aquella época, Donald M. Kendall, le ofreció un vaso de su bebida al líder soviético Nikita Jruschov. Quedó tan impresionado que durante los siguientes años se intentó que Pepsi desembarcara en la Unión Soviética hasta lograrlo. Pepsi se convirtió en el primer producto occidental en comercializarse en la URSS.

En 1974 abría la primera planta de Pepsi en la URSS. Ya con la producción en marcha se abría un debate, ¿de qué forma iban a pagar a la potencia norteamericana?. Los sistemas económicos de ambos países era muy diferentes, las diferencias entre el comunismo y capitalismo hacía complicado calcular un intercambio ecuánime de divisas. Es cuando se llegó al consenso de utilizar el “trueque”. Al principio el intercambio se hacia con bebida, Pepsi fabricaba su bebida y la comercializaba en la URSS y la compañía americana exportaba vodka Stolichnaya a los Estados Unidos.

Cuando el acuerdo estaba próximo a expirar, el intercambio de bebidas no era suficiente y de nuevo tuvieron que sentarse a idear la forma de pagar a Pepsi. 
Fue entonces cuando la URSS dio con la solución. Pepsi recibió como pago 17 submarinos y tres buques de guerra, con la condición de que fueran a desguace y se quedaran con las ganancias generadas por la destrucción de los mismos. Pepsi no solo se quedó ahí, compró nuevos buques petroleros con el dinero y los alquiló, lo que hizo que las plantas de producción de la bebida se multiplicaran a lo largo de todo el territorio soviético.
En poco tiempo, Pepsi se convirtió momentáneamente en la séptima flota submarina del mundo.

Esta exclusividad acabó pronto con la desintegración del bloque socialista. Las fronteras se abrieron para las empresas occidentales. Una de ellas, Coca Cola, entraba en la era postsoviética dispuesta a ganarle terreno a sus archienemigos de Pepsi.
Aunque les recortaron terreno, Pepsi sigue siendo la primera compañía de bebidas gaseosas de Rusia.