Cronología de la llegada a la Luna – Misión Apolo 11

Este fue el viaje del Apolo 11

 

El 20 de julio de 1969, solo ocho años después de que el presidente John F. Kennedy anunciara el ambicioso objetivo de «hacer aterrizar a un hombre en la luna y devolverlo a salvo a la Tierra», los astronautas de la NASA Neil Armstrong y Buzz Aldrin pusieron la bandera estadounidense en el polvoriento suelo lunar.

Esta es la cronología del vuelo del Apolo 11, el más importante de la humanidad.

Hora de la misión 00:00:00: el Apolo 11 despega

Para superar la gravedad de la Tierra, la NASA requirió de un cohete 100 veces más potente que los propulsores de Mercurio que llevaron al primer astronauta estadounidense a la órbita de la Tierra en 1961. El Saturno V, de tres etapas, era tan grande como un destructor de la Marina, con 7,5 millones de libras de empuje y podría catapultar a los astronautas del Apolo 11 a una velocidad máxima de 40.200 km/h.

Para alimentar los motores, el Saturno V se llenó con casi cuatro millones de litros de queroseno, oxígeno líquido e hidrógeno líquido. Según Michael Neufeld, conservador titular en el departamento de historia espacial del Museo Nacional del Aire y el Espacio Smithsonian, “la ignición de los impulsores del Saturno V fue el primero de muchos momentos de tensión en la misión Apolo 11. Si el Saturno V explotara en o cerca de la plataforma de lanzamiento, tendría la fuerza de un arma nuclear pequeña».

 

 

02 horas, 44 minutos y 16 segundos: una vuelta alrededor de la Tierra y después, directos a la Luna

Después de eyectar y desechar dos de los tres motores del Saturno V, la nave entró en la órbita de la Tierra a casi 200 kilómetros sobre la superficie. Después de una vuelta alrededor del planeta, el cohete J-2 de la tercera etapa se encendió, lanzando a los astronautas del Apolo 11 fuera de la órbita terrestre en trayectoria hacia la Luna.

 

 

 

 

03 horas, 24 minutos y 03 segundos: reorganización en el espacio

Además de los impulsadores del Saturno V, la estructura del Apolo 11 estaba formada de tres partes: el Módulo Lunar (LM), con nombre en código «Águila», para transportar a dos astronautas hacia y desde la superficie de la Luna; el Módulo de Comando (CM), cuyo nombre en código es «Columbia», donde los tres astronautas se reunieron durante el viaje; y el Módulo de Servicio, que contenía los sistemas de propulsión y apoyo. (Cuando el módulo de comando se unió al módulo de servicio, se denominó CSM).

Para poner las piezas en el orden correcto para entrar en la órbita lunar y acometer el alunizaje, el CSM tuvo que salir del interior de la punta del cohete en la etapa tres, dar un giro de 180 grados y atracar de cabeza con la parte superior del LM, todo al mismo tiempo a través del espacio a casi 12.500 km/h.

Una vez conectado, el Apolo 11 se separó del Saturno V para siempre y los astronautas del Apolo 11 comenzaron su viaje de tres días a través de una extensión de 370.000 kilómetros entre la Tierra y la Luna.

Fue entonces cuando los astronautas cambiaron sus comunicaciones de Cabo Cañaveral a Houston, Texas. La NASA había dispuesto además otras 3 estaciones de comunicación en diferentes partes del planeta. Estas se situaron en Camberra (Australia), Goldstone (Estados Unidos) y Fresnedillas de la Oliva (España, Madrid).

 

75 horas, 49 minutos y 50 segundos: entrando en la órbita lunar

Una vez separada del Saturno V, la nave Apolo 11 dependió del motor del Módulo de Servicio para hacer correcciones a mitad de camino y para hacer la maniobra crítica de deslizarse a la órbita gravitacional más débil de la luna.

Este último movimiento, conocido como inserción orbital, se desarrolló sin problemas, haciendo orbitar a los astronautas alrededor de la luna a 100 kilómetros sobre la superficie lunar.

 

 

 

100 horas, 39 minutos y 53 segundos: maniobra de descenso de Armstrong

Durante el segundo paso de la nave alrededor de la luna, el Comandante de la Misión Armstrong y el piloto del Módulo Lunar Aldrin, se movieron del CSM a los confinados espacios del LM y se prepararon para la separación del modulo, dejando al piloto del Módulo de Mando, Michael Collins, esperando ansiosamente y dando vueltas sobre la órbita.

Después vino el «descenso motorizado» del LM, lo que Neufeld denomina «la parte más crítica y peligrosa del vuelo». Después de separarse del CSM, Armstrong y Aldrin pilotaron el LM, de 14,5 toneladas, durante dos horas camino de la superficie lunar. En el último minuto, cuando los suministros de combustible se agotaban peligrosamente, Armstrong se dio cuenta de que el programa de aterrizaje automático de la computadora los estaba dejando descender en medio de un cráter lleno de rocas.

«Se ha convertido en un momento célebre», dice Neufeld, «Armstrong se hizo cargo del control manual y comenzó a maniobrar la nave más rápido hacia adelante para que patinara sobre el cráter hasta un lugar despejado y más alejado».

 

102 horas, 45 minutos y 40 segundos: “El Águila ha aterrizado”

Armstrong, un piloto de pruebas veterano, se mantuvo tranquilo y sosegado incluso cuando las alarmas de advertencia sonaron en la cabina y el Control de la Misión anunció que solo quedaban 30 segundos de combustible en las reservas.

«Creo que Armstrong estaba cómodo», dice Neufeld. «Fue un alunizaje tenso, pero él sabía que podía hacerlo».

Colocados uno a cada lado de la nave y asomándose a pequeñas ventanas triangulares, Armstrong y Aldrin llevaron a LM a un suave descanso y apagaron los motores. «El Águila ha aterrizado», informó Armstrong a un Control de la Misión.

«Roger, Base de la Tranquilidad. Te escuchamos desde Tierra”, respondió el astronauta Charlie Duke en Houston. «Tienes un montón de chicos a punto de ponerse azules. Respiramos de nuevo. Muchas gracias.»

 

109 horas, 07 minutos y 33 segundos: Armstrong y Aldrin en la Luna: ‘Este es un pequeño paso …’

 Como comandante, Armstrong tuvo el privilegio de ser el primer astronauta en poner un pie en la luna. Cuando bajó de la escalera a la superficie lunar, Armstrong pronunció, a través de la radio, una frase que pasaría a la historia: «Este es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad». (Armstrong dijo «un pequeño paso para un hombre » aunque la mayoría escuchó «un pequeño paso para el hombre»). Aldrin siguió a Armstrong descendiendo por la escalera.

Los dos astronautas pasaron las siguientes dos horas tomando fotografías, registrando sus impresiones del paisaje, recolectando montones de rocas lunares y muestras del suelo, y desplegando un paquete de experimentos científicos, algunos de los cuales permanecieron en la luna después de su marcha. Entre ellos se incluyen un sismógrafo para medir los «movimientos sísmicos» y el retrorreflector láser para medir la distancia exacta de la luna a la Tierra.

 

124 horas, 22 minutos y 01 segundo: una comida, una siesta, y luego el despegue de la Luna

Después de una comida y unas horas de sueño, era el momento de que Armstrong y Aldrin se reunieran con Collins y el CSM en órbita lunar. Neufeld dice que este fue otro momento para morderse las uñas para gente que, como él, lo estaba viendo en casa. «El despegue me puso nervioso», dice Neufeld. «Solo hay un motor de ascenso y va a encenderse. Es la única manera de volver con vida «. La posibilidad de que Armstrong y Aldrin quedaran varados en la luna fue lo suficientemente real como para que el presidente Richard Nixon y su escritor de discursos William Safire prepararan un mensaje de condolencia, que comenzaba: «El destino ordenó que los hombres que fueron a explorar la luna en son de paz, se queden en la luna para descansar en paz «.

 

128 horas, 3 minutos y 0 segundos: acoplamiento con el módulo de comando

 

Afortunadamente, el motor de ascenso se encendió a la perfección y Armstrong y Aldrin entraron en órbita lunar, donde lograron otra maniobra difícil, unirse al CSM en pleno vuelo. Armstrong, quien había realizado el primer acoplamiento espacial exitoso en la historia con el Gemini 8, demostró ser más que capaz para el trabajo.

La tripulación de tres hombres se reunió en el CSM, desechó el LM para siempre y estableció rumbo a casa.

 

 

195 horas, 7 minutos y 15 segundos: reingreso a la atmósfera terrestre

Después de encender sus motores por última vez para entrar en la órbita de la Tierra, el Módulo de Servicio se abandonó y los tres astronautas se prepararon para volver a entrar dentro del Módulo de Comando.

Esta sería la prueba final para la tripulación del Apolo 11 y los miles de ingenieros y pilotos de prueba que hicieron posible este momento. La cápsula tenía que entrar en la atmósfera en un ángulo preciso. «Cuando llegas a la atmósfera a 15.000 km/h, se produce una bola de fuego», dice Neufeld. “Si viniera demasiado inclinada, se calentaría rápido y la nave se quemaría. «Si entraba con poco ángulo, la cápsula se saldría de la atmósfera como una roca en un estanque».

Después de un tenso apagón de tres minutos en las comunicaciones, Armstrong comunicó el reingreso con éxito y los barcos de recuperación hicieron el primer contacto visual de la cápsula con sus paracaídas desplegados

 

195 horas, 18 minutos y 35 segundos: amerizaje

La misión Apolo 11 concluyó exactamente 8 días, 3 horas, 18 minutos y 35 segundos después del lanzamiento con un aterrizaje en el Océano Pacífico, a unas 800 millas náuticas al suroeste de Hawái y a 12 millas del barco de recuperación, el USS Hornet.

Los tres astronautas emergieron de la golpeada cápsula CM con trajes anticontaminación biológica por temor a que portaran bacterias tóxicas de la luna. Permanecieron dentro de una instalación de cuarentena médica móvil durante 21 días antes de recibir el permiso para regresar con sus familias.

 

 

La legada a la luna no hubiera sido posible sin la existencia de la estación situada en Fresnedillas de la Oliva, nombrada Estación Apolo. La historia de esta estación y todo lo que allí aconteció durante el viaje no es profundamente conocido y ahora, HISTORIA estrena Estación Apolo. Una producción que desvela el papel decisivo de España en la llegada del hombre a la Luna. No te pierdas el estreno el 21 de julio a las 22h.