Cortarse la coleta

Existen una serie de expresiones coloquiales derivadas del mundo taurino que se incorporaron a nuestro lenguaje y que hoy en día seguimos utilizando. Por mencionar algunas de ellas, tenemos las siguientes: “a las primeras de cambio”, “estar de capa caída”, “dar la puntilla” y “cortarse la coleta”. Hoy nos centraremos en esta última: “cortarse la coleta”.

Esta expresión se empleaba para indicar que un torero se había retirado definitivamente de los ruedos. Hasta el siglo XIX, los toreros se dejaban crecer el pelo y se hacían una coleta que luego trenzaban y la recogían en la nuca sujeta con cinta negra en forma de moño que llamaban “moña”. Al parecer esta “moña” les protegía de la posibilidad de desnucarse en una mala caída.

Desde el siglo XIX en adelante, y debido a que cada vez menos toreros se dejaban crecer el pelo, comenzaron a usar una coleta postiza que llamaban “castañeta”. El primer torero que prescindió de la coleta natural fue Juan Belmonte.

 

 

Y cuando los toreros deciden retirarse de los ruedos, de una forma ceremoniosa se quitan esa coleta postiza, es decir, se “cortan la coleta”. Lo que significa que abandonan su profesión.

Actualmente esta expresión se utiliza coloquialmente para referirse a la acción de dejar una actividad o una profesión que se ha realizado con regularidad. El diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge las dos acepciones de esta expresión:

  1. loc. verb. Dicho de un torero: Dejar su oficio.
  2. loc. verb. Apartarse de alguna afición o dejar una costumbre.